Subasta de medicamentos en Andalucía: ¿un pacto a tres bandas?

Una decisión sobre la que han sorprendido negativamente las muestras a favor de Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof).

Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof)  y Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía (Foto. Montaje- Fedifar/Junta de Andalucía)
Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof) y Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía (Foto. Montaje- Fedifar/Junta de Andalucía)

El Gobierno de la Junta de Andalucía ha decidido mantener la denominada como “subasta de medicamentos”. Hablamos de un proceso de selección de fármacos basado en la compra a gran escala de aquellos medicamentos que suelen ser más prescritos en el sistema sanitario público y así, ahorrar costes. A grandes rasgos, una media para el ajuste a la baja con los laboratorios que los fabrican. Andalucía se convirtió en diciembre de 2011 en la primera Administración en fijar la adjudicación del suministro de medicamentos de uso extra hospitalario por convocatoria pública.

Una decisión que ha sido criticada desde el primer momento tanto por Farmaindustria, patronal del medicamento bajo la que se agrupan los laboratorios como por la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), ya que consideran que se trata de una medida que invade competencias constitucionales propias y exclusivas del Estado, marginando además a la industria innovadora.

La subasta de medicamentos entró en vigor en Andalucía de la mano del PSOE y su reversión formaba parte del acuerdo del actual Gobierno andaluz rubricado por el Partido Popular y Ciudadanos (Punto 59 de "Medidas de Desarrollo y Prosperidad para un nuevo Gobierno en Andalucía"). A pesar de que desde el momento de su constitución no se han convocado más licitaciones, la Junta de Andalucía ha aprobado la reforma de la Ley de Farmacia de Andalucía de 2007, con lo cual, se mantiene la subasta de medicamentos. Un movimiento duramente criticado por la industria y por los colegios farmacéuticos que acusan al Ejecutivo regional de incumplir una promesa electoral.

En el momento en el que un médico receta el principio activo de un medicamento propuesto en la subasta a la que se someten los laboratorios farmacéuticos que aspiran al contrato, los farmacéuticos se ven obligados a dispensar el medicamento genérico que suministra el laboratorio firmante del convenio con la Administración tras haber ganado la subasta.

SOSPECHOSO CAMBIO DE OPINIÓN DE CACOF

A pesar de las críticas lanzadas por los farmacéuticos andaluces que se consideran en desventaja respecto a los del resto de territorio español, resulta llamativa la postura hecha pública en los últimos días por Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof). Este ha mostrado su rechazo a las intenciones del Gobierno andaluz de mantener las subastas, pero ha reconocido también que se han introducido en la normativa han mejorado el modelo anterior dejando “sin argumentos” las críticas que puedan realizar los farmacéuticos. Unas declaraciones sobre las que precisa que se han producido una serie de mejoras en relación a los puntos más críticos de las subastas atendiendo a las demandas históricas de los farmacéuticos.

Ha mostrado su rechazo a las intenciones del Gobierno andaluz de mantener las subastas, pero ha reconocido también que se han introducido en la normativa han mejorado el modelo anterior dejando “sin argumentos” las críticas que puedan realizar los farmacéuticos

Una posición que contrasta notablemente con las realizadas hace pocos días en Diario de Sevilla donde se mostraba totalmente en contra. “Nos sentimos discriminados respecto a las farmacias del resto de España (…) Creemos que solo es un maquillaje y que la eliminación de las subastas no se ha llevado a cabo. No es justo ni equitativo. Nos sentimos discriminados del resto de farmacias españolas, al igual que creo que se discrimina a los pacientes andaluces”, manifestaba añadiendo que “para nosotros la cuestión de fondo es que las subastas sigan en vigor y propicien una vuelta a la situación anterior. No puede ser. Si se dijo que iban a eliminar las subastas, hay que eliminar el artículo de la Ley de Farmacia de Andalucía y eliminar esa posibilidad. Además, si hay un Plan de Genéricos a nivel nacional planteado para obtener una mayor eficiencia en el uso racional de los medicamentos, lo que debemos es ir en sintonía con el resto del país, ¿o vamos a ser en esto diferentes?”, aseveraba. ¿Por qué se ha producido este cambio de opinión respecto a las subastas de medicamentos?

BIDAFARMA Y LA JUNTA DE ANDALUCÍA

La compañía farmacéutica Bidafarma ostenta prácticamente el monopolio del mercado de los medicamentos en Andalucía. Se trata de una cooperativa de distribución mayorista de medicamentos de amplia gama con implantación nacional y de capital 100% farmacéutico resultado de la fusión de 12 cooperativas. Bidafarma está presidida por Antonio Pérez Ostos y la vicepresidencia está ocupada por Antonio Mingorance Gutiérrez, el también presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof).

Bidafarma está presidida por Antonio Pérez Ostos y la vicepresidencia está ocupada por Antonio Mingorance Gutiérrez, el también presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof)

Una situación que podría explicar el viraje en la posición de Mingorance respecto a la decisión del Gobierno andaluz de no cumplir con su promesa electoral para la eliminación de las subastas de medicamentos.

Cabe señalar además que se ha conocido recientemente el acuerdo al que han llegado la Junta de Andalucía y Bidafarma para la distribución de la vacuna contra la Covid-19 a partir del próximo mes de enero. El acuerdo tendrá una duración de seis meses y está focalizado en los aspectos logísticos requeridos por la vacuna. Bidafarma pondrá a disposición de la Junta sus instalaciones de forma gratuita, aunque tendrá un papel clave en la gestión de aspectos como el mantenimiento, transporte o la custodia de las dosis una vez empiecen a llegar a la región.

Un acuerdo que no es visto con buenos ojos como ha señalado la expresidenta de la Junta de Andalucía y actual secretaría general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz. Ha solicitado una respuesta al Gobierno regional sobre este acuerdo señalando que "no se entiende que en un sistema de salud potente como el de Andalucía, se tiene que hacer a través de una distribuidora farmacéutica privada en lugar de hacerse desde lo público, que es lo razonable en un momento como este y que es donde se garantiza, evidentemente, el reparto homogéneo, la solidaridad, la equidad y que se haga con criterios profesionales".

"Con lo que hemos tenido que escuchar los últimos años, que la subasta de medicamentos la iban a derogar, nos llevaron al Tribunal Constitucional (…) Dijeron que había desabastecimiento en las farmacias, que las medicinas en Andalucía eran de peor calidad"

Díaz ha hecho referencia además al incumplimiento de la promesa electoral del PP y Ciudadanos, partidos que en el pasado criticaron duramente al PSOE andaluz por su implantación. "Con lo que hemos tenido que escuchar los últimos años, que la subasta de medicamentos la iban a derogar, nos llevaron al Tribunal Constitucional (…) Dijeron que había desabastecimiento en las farmacias, que las medicinas en Andalucía eran de peor calidad". Un modelo criticado por el actual Gobierno pero que ha sido defendido públicamente por el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre. El pasado mes de julio defendía en un desayuno de Europa Press el modelo de subasta de medicamentos abogando por "sistema compartido con los farmacéuticos".

Hace unos meses el secretario general de Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, expresaba que una de las grandes lecciones que podemos aprender de esta pandemia es la necesidad de erradicar medidas de exclusividad como son las subastas de medicamentos para garantizar el suministro de fármacos; así como destacar el “papel determinante que los genéricos han jugado a la hora de asegurar el abastecimiento poniendo de manifiesto la necesidad de fomentar la libre participación de todas las empresas en la fabricación y suministro”.

Pero en tiempos de pandemia, en los que la economía se ha visto ferozmente golpeada, el Gobierno de Andalucía no parece estar dispuesto a renunciar a las importantes sumas de dinero procedentes de las subastas de medicamentos. Esto es lo que se desprende de sus propias justificaciones para la reforma de la Ley de Farmacia, subrayando que el "incremento de ingresos que impactará de manera determinante en el presupuesto", según recogen en Diario de Sevilla. Dinero derivado de los futuribles convenios que se rubricarían con los laboratorios que acudieran a las subastas para suministrar los fármacos.

Pero puede ser que la jugada a tres bandas entre Bidafarma, Mingorance y la Junta de Andalucía les saliera el "tiro por la culata" y la gran mayoria de laboratorios no acuda a las nuevas subastas (como ocurrió en el pasado) y se volviera a una situación de desabastecimiento de medicamentos con el consiguiente perjuicio, como siempre, para el paciente. 

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