El Gregorio Marañón crea una spin-off para comercializar el primer fármaco que protege al riñón

El nuevo fármaco abre la posibilidad de mejorar y ampliar los tratamientos más eficaces.

Los investigadores del Laboratorio de Fisiopatología Renal (Foto. ConSalud)
Los investigadores del Laboratorio de Fisiopatología Renal (Foto. ConSalud)

El Hospital Gregorio Marañón ha creado una spin-off para comercializar el primer fármaco en el mundo que protege al riñón frente al fracaso renal producido por la toxicidad de otros medicamentos. 

El proyecto Cilastatina surgió gracias a la investigación desarrollada por el fallecido doctor Alberto Tejedor, que era jefe de sección del Servicio de Nefrología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y catedrático del Universidad Complutense. Su equipo patentó la capacidad del compuesto cilastatina para prevenir y tratar el fracaso renal agudo. Recientemente el doctor Tejedor falleció a causa de la Covid-19 y el liderazgo científico del proyecto lo asumió el doctor Alberto Lázaro, que forma parte del equipo creado por el doctor Tejedor.

Gracias al apoyo de GENESIS Biomed, empresa de consultoría especializada en proyectos de I+D+i del sector biomédico, se dio soporte al Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Gregorio Marañón para la creación de Telara Pharma, la correspondiente spin-off del proyecto Cilastatina. 

Telara Pharma ha suscrito un acuerdo de licencia exclusiva mundial con la empresa canadiense Arch Biopartners para utilizar la cilastatina en el tratamiento y la prevención de la lesión renal aguda y en procesos de sepsis.

El nuevo fármaco abre la posibilidad de mejorar y ampliar los tratamientos más eficaces

La cilastatina es una molécula pequeña inhibidora de la enzima dipeptidasa-1 (DPEP-1) desarrollada en la década de 1980 para prevenir la degradación del antibiótico Imipenem en el riñón. Hasta ahora, el uso de la cilastatina se limita a la combinación en formulación dual con el antibiótico Imipenem y aún no se ha aprobado como producto independiente.

Arch Biopartners dispone de una molécula, Metablok, con el mismo mecanismo de acción. Esta licencia allana el camino a la mejor selección de terapias para los inhibidores de DPEP-1 y a una llegada más rápida al mercado por parte de estas moléculas.

LARGO PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Investigadores del Hospital General Universitario Gregorio Marañón iniciaron una investigación en los años 90 que culminó en el descubrimiento de una molécula que actúa como un protector para el riñón frente a la toxicidad de otros fármacos habituales en la clínica humana. El centro patentó esta molécula que se convertirá en el primer nefroprotector que se ha desarrollado y que ayudará a prevenir el fracaso renal agudo de los pacientes que en más del 40 por ciento está generado por efectos secundarios de tratamientos médicos y farmacológicos.

Desde el Servicio de Nefrología del Hospital Gregorio Marañón, los investigadores del Laboratorio de Fisiopatología Renal: Alberto Tejedor, Alberto Lázaro, Mª Ángeles GonzálezNicolás, Sonia Camaño y Blanca Humanes, demostraron que la cilastatina protege el riñón en más de un 80 por ciento frente a la toxicidad de fármacos tan ampliamente utilizados como el cisplatino, la ciclosporina o la gentamicina, fármacos esenciales en el tratamiento de ciertos cánceres, trasplantes o infecciones. Estos tratamientos, cuando provocan toxicidad renal, deben cambiarse por alternativas terapéuticas menos eficaces, más costosas para la sanidad pública y con mayores complicaciones para el paciente, e incluso en ocasiones obliga a interrumpir el tratamiento con el riesgo que ello supone.

El nuevo fármaco abre la posibilidad de mejorar y ampliar los tratamientos más eficaces, actualmente conocidos, para enfermedades como el cáncer, el VIH e inmunosupresores para el evitar el rechazo en los trasplantes, y el uso de antibióticos para el tratamiento de infecciones que no se podía utilizar por su alta toxicidad renal.

Los trabajos comenzaron con el estudio del fármaco cilastatina como posible nefroprotector frente a la acción tóxica de ciclosporina, un fármaco de uso habitual en trasplantes y posteriormente se comprobó en otros fármacos como quimioterápicos, analgésicos, antifúngicos, antibióticos, contrastes iodados, antirretrovirales e inmunosupresores. En todos los casos, la cilastatina ha demostrado su efecto protector, evitando daño renal inducido. Además, los estudios realizados también han comprobado que la cilastatina no impide en ningún caso el efecto terapéutico de los medicamentos.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído