Una madre exige una unidad para tratar la anorexia en Canarias

Ha señalado que es necesario ''que se preste ayuda económica e información adecuada también a padres y cuidadores, parte fundamental en la recuperación que muchas veces deben abandonar su trabajo para cuidar de hijos gravemente enfermos''.

Anorexia (Foto. Freepik)
Anorexia (Foto. Freepik)
CS
26 julio 2019 | 17:30 h
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Una madre, Carmen Suárez, cuya hija es anoréxica, ha pedido a la consejería de Sanidad de Canarias que ''se creen unidades específicas para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) -anorexia, bulimia, trastorno del atracón, etcétera- en los niños y jóvenes con especialistas, un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios dedicados en exclusiva a eso''.

Ha añadido, además, que es necesario ''que se preste ayuda económica e información adecuada también a padres y cuidadores, parte fundamental en la recuperación que muchas veces deben abandonar su trabajo para cuidar de hijos gravemente enfermos''.

Y es que, la hija de Carmen lleva un año luchando contra la enfermedad. Llegó a pesar 37 kilos con 1,60 de estatura, aunque ahora ha mejorado y pesa 43.

Ha pedido a la consejería de Sanidad de Canarias que ''se creen unidades específicas para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria 

''Fue ingresada en el hospital después de seis meses en los cuales perdía un kilo por semana y estuvo ingresada tres con una terapia que no dio resultado. Las condiciones de ingreso fueron lamentables por la escasez de medios y le dieron el alta con menos peso del que tenía cuando entró'', ha comentado Carmen Suárez.

Ahora, la hija de Carmen recibe controles semanales en Psiquiatría ''que empezarán a espaciar cada vez más'' y ''cada 15 días o más la controla una nutricionista del mismo centro'', ha apuntado.

Ha querido hacer hincapié también en que ''la previsión para su recuperación desmoraliza. Por tanto, reclamamos para Canarias y sus hospitales unas unidades específicas, que traten los trastornos de la alimentación en niños y adolescentes; camas y habitaciones para ellos; y unidades externas donde acudan incluso a comer. Y es que, hasta los 15 años ingresan en Pediatría general, junto a los que padecen otras enfermedades. A partir de los 15 son ingresados en Psiquiatría de adultos, en unas condiciones lamentables y con protocolos no adecuados a su trastorno, causando gravísimos perjuicios a pacientes que siguen siendo niños''.

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