“La Ley de Salud Pública se basará en la transversalidad, la participación y el concepto One Health”

La directora general de Salud Publica de Cantabria, María Isabel de Frutos Iglesias, aborda en ConSalud.es los desafíos de la especialidad

La salud pública se relaciona con la pandemia Covid-19, como si el prevenir y abordar estos eventos sanitarios fueran las únicas labores que realizan los profesionales de este ámbito. Como señala la directora general de Salud Publica de Cantabria, María Isabel de Frutos Iglesias, a ConSalud.es, reconocer “el verdadero valor de la Salud Pública” es el mayor reto. “Se desconoce que nos dedicamos a otras cosas como: garantizar la cadena de alimentos que consumimos, la seguridad del agua, la prevención del cáncer, el diagnóstico de enfermedades en los recién nacidos, ofrecemos las vacunas a los más vulnerables... Lo que no se conoce, no se valora y no se cuida”.

Afrontar su mayor visibilidad, alcanzar una equidad en los programas de cribado neonatal, calendario de vacunación o los cribados de cáncer entre todas las comunidades autónomas, o la colaboración entre instituciones “para que vaya impregnando la cultura de la Salud en todas las políticas”, son los retos en los que trabaja Cantabria sin contar los problemas de salud asociados al envejecimiento de la población, los hábitos de vida o el cambio climático. Actualmente, el grupo de enfermedades transmitidas por vectores artrópodos, mosquitos, es el que más está creciendo en el mundo. Estas y las enfermedades zoonótica son una realidad presente para el que se precisa tanto planes de prevención como “coordinación de esfuerzos, compartir experiencias, conocimiento y estrategias”. En definitiva, “se necesita un liderazgo para caminar alineados, porque seremos más eficaces y eficientes ante los riesgos”, indica De Frutos Iglesias.

La prevención es una de las principales labores de salud pública entre la que destacan las vacunas frente a diversas enfermedades infecciosas. ¿Con qué presupuesto cuenta la región dedicado a la inmunización?

Los presupuestos en vacunas, se han ido incrementando con el paso de los años, como seguramente ha ocurrido en todas las comunidades. En Cantabria la evolución ha sido de un aumento en los presupuestos cada año: en 2020, 3.521.200€; en 2021, 3.430.000€; en 2022, 5.828.073€; en  2023, 7.704.600€; en 2024, 9.180.413€; y en 2025, 10.861.193€.

El incremento del presupuesto tiene su justificación, por el mayor abordaje de la prevención de las enfermedades infecciosas

Este incremento tiene su justificación, por el mayor abordaje de la prevención de las enfermedades infecciosas, con la actualización progresiva del Calendario Común de Vacunaciones a lo Largo de Toda la Vida, la vacunación e inmunización específica en menores y adolescentes (< 18 años) y la vacunación específica en personas adultas (> 18 años) con condiciones de riesgo. Nos hemos puesto al nivel de las comunidades que ofrecen una amplia y necesaria oferta de vacunación.

Por otra parte, ha cambiado mucho el “mundo de la vacunación”, con la incorporación de la vacuna intranasal antigripal en los centros escolares; la vacuna frente al herpes zóster, que se proporciona a los grupos de riesgo a partir de los 18 años desde febrero de este año; la autorización del uso de la vacuna antineumocócica 20 valente en población pediátrica a partir de las 6 semanas de vida ha motivado su incorporación en el Calendario de vacunaciones de Cantabria en la población infantil; la vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH) a niñas y niños a los 12 años y a varones de 12 a 18 años y grupos de riesgo; la vacunación contra el rotavirus o el anticuerpo monoclonal contra Virus Respiratorio Sincitial, cuya vacuna en adultos se está estudiando.

¿Cómo se podría potenciar la vacunación? ¿Con qué iniciativas y programas se trabaja?

Antes de nada, me gustaría hacer una breve referencia a la campaña de vacunación que está próxima a finalizar. En la vacunación de población mayor de 60 años, hemos conseguido cifras similares a la temporada anterior, muy lejos del objetivo inamovible del 75 % marcado por el ministerio. En la inmunización de profesionales, las cifras son ligeramente superiores en ésta temporada, pero también muy alejadas del objetivo propuesto, considero que el sistema de registro debe mejorarse para reflejar la vacuna de profesionales. Y la vacunación de la población infantil de 6 meses a 59 meses, se ha beneficiado de la realización de una campaña potente y la colaboración de educación para vacunar en centros escolares, esperamos mejorar en la próxima campaña incrementando los esfuerzos. Confío que SIVAIN (sistema de información de vacunaciones e inmunizaciones), nos ayude a mejorar y facilitar los registros, a centralizar resultados y compartir información. Estamos inmensos en la implantación de la herramienta.

Retomando la pregunta, los desafíos en vacunación son múltiples, las ofertas que la industria pone a nuestra disposición lleva un ritmo a veces muy acelerado. También supone una dificultad, la adecuación de las ofertas a las capacidades presupuestarias, no solo en cuanto a la disponibilidad de recursos, sino también a lo prolongado de los procedimientos administrativos en la adquisición de los productos. En cuanto a las iniciativas, llevadas a cabo en nuestra Dirección General de Salud Pública, me siento especialmente satisfecha del trabajo participativo. En nuestros grupos de trabajo, contamos con “profesionales-expertos” que desde el mundo asistencial conocen muy de cerca la realidad y comparten sus conocimientos y experiencias. Queremos ajustar lo máximo posible las necesidades que se plantean, con las posibilidades de dar respuesta a las mismas. Esa es la dinámica de trabajo en la Comisión Mixta de Vacunas, en la que participan profesionales de diferentes perfiles profesionales, y esa variabilidad fortalece las decisiones del grupo.

De cara a la campaña 2025-2026 nos hemos propuesto realizar una II Jornada sobre vacunación. Consideramos que la jornada de 2025-2026 debe contar con el protagonismo de los ciudadanos, pensando en la promoción de la salud dirigida a las asociaciones de pacientes. Porque existe un “cansancio o pereza” a la vacunación, tras la reciente pandemia, y queremos conocer su opinión sobre la mejor y más eficaz medida de prevención, que pasa por la vacunación o inmunización. Otro proyecto ilusionante en éste ámbito, es la planificación de la nueva campaña de vacunación antigripal 2025/2026, tras la grata experiencia de colaboración entre Educación y Salud, para acercar la vacunación de gripe a niños de 3 y 4 años a los centros escolares de toda la comunidad de Cantabria. La temporada anterior efectuamos un piloto en el que participaron 33 centros escolares y 7 Centros de Salud de diferentes áreas de salud, con representación rural y urbana. Los profesionales realizaron una labor de implicación y colaboración importante, creo que el incremento de coberturas desde un 35 % a un 51% en ésta campaña 2024-2025, en buena parte puede deberse a ésta iniciativa y la visibilidad que se ha dado a la vacuna en los niños. Ya tenemos fijada una reunión a primeros de abril, para empezar con la planificación.

Teniendo todo ello en cuenta, ¿con qué recursos se cuentan para abordar los desafíos de Salud Pública comentados?

Los recursos con los que contamos, son insuficientes para llevar a cabo las importantes competencias de las Direcciones Generales de Salud Pública y existe un riesgo añadido, el “recambio generacional”. El número de profesionales sanitarios en Medicina y Enfermería es un bien escaso y las diferencias en las retribuciones en las DG de Salud Pública y los Servicios de Salud, son una barrera, si no se aborda una solución, creo que el futuro es poco esperanzador.

Uno de los puntos que destaca es la importancia de la colaboración para afrontar los retos de salud pública, ¿cómo trabaja en ello Cantabria?

Para Cantabria en éste momento es muy importante la “colaboración entre Instituciones” para que vaya impregnando la cultura de “la Salud en todas las políticas”, tenemos actuaciones conjuntas con varias consejerías en el ámbito de educación, salud laboral, servicios sociales, ganadería, medio ambiente, informática... para salud pública es crítico trabajar en diferentes estrategias pero con un objetivo común. Realizamos Jornadas de difusión y formación conjuntas dirigidas a profesionales, pacientes, población vulnerable y ciudadanos en general.

Desde la Dirección General de Salud Pública, nos hemos propuesto que Cantabria tenga su Ley de Salud Pública, llevamos trabajando desde noviembre de 2023

También colaboramos con Ayuntamientos, trabajando en líneas de competencias comunes: no fumar en playas, abordaje común y complementario para evitar consumo de alcohol en menores, fomentar la vida activa en personas mayores, por ejemplo. Con asociaciones, para abordar problemas tan preocupantes como el incremento de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), Intolerancias alimentarias, enfermedades raras... son algunas referencias de las múltiples que existen. Y con los profesionales de la salud tanto públicos como privados, necesitamos a todos para mejorar el bienestar de los cántabros. Nuestra relación es más estrecha con los profesionales del Servicio Cántabro de Salud, y el valor de ser una comunidad pequeña es todo más cercano, nos conocemos y en algún momento hemos trabajado juntos. Intentamos establecer canales de comunicación y que la información fluya, compartir es la mejor forma de implicarnos y comprometernos.

Y para abordar de forma decidida los desafíos, desde la Dirección General de Salud Pública, nos hemos propuesto que Cantabria tenga su Ley de Salud Pública, llevamos trabajando desde noviembre de 2023 y esperamos lograr este objetivo. Las líneas fundamentales en las que se basa son: la transversalidad, la participación, la salud en todas las políticas y el concepto de “Una sola Salud”.

¿Qué más se podría mejorar en el ámbito de la Salud Pública cántabra?

El mayor desafío para la Dirección General de Salud Pública es la necesidad de personal que se ha ido reduciendo progresivamente, incrementándose las competencias y como decía al inicio es muy difícil resolver el problema de recambio generacional. Esta es una preocupación compartida por las Direcciones Generales de Salud Pública. La reducción del número de profesionales puede comprometer la capacidad para dar respuesta a las tareas y contenidos a llevar a cabo.

Otro de los retos es la cohesión de la Salud Pública, una tarea tras la vivencia de la Pandemia, es organizar una estructura sólida en Vigilancia en Salud Pública, alineada con el RD 568/2024 aprobado en junio, formando parte de la Red Estatal que es necesaria y lógicamente, reforzaremos las alianzas necesarias, dentro y fuera de la comunidad autónoma. Tenemos que sentarnos con los recursos asistenciales para analizar fortalezas y debilidades, para crear una Vigilancia Epidemiologia que esté preparada por si nos sorprende otra situación de alerta o pandemia.

 Si logramos que vea la luz, La Ley de Salud Pública de Cantabria, tenemos que desarrollar proyectos que están recogidos en la misma, y será una buena tarea. Desde el punto de vista de la participación ciudadana, queremos que vaya ligada a su “corresponsabilidad en la salud”, tenemos que convencer de que la participación en los programas preventivos es poblacional y voluntaria, pero vale la pena porque ganamos en “calidad de vida”.

No podemos olvidarnos, qué en el segundo semestre de éste año, Cantabria tomará el relevo a Extremadura para representar a las Comunidades Autónomas en Europa, y nos va a suponer esfuerzo, pero vamos a aprender seguro. Siempre me gusta cerrar con una frase que escuché a un querido jefe de servicio de ésta dirección general que ya se jubiló, pero se la he tomado “prestada”, el objetivo es que la Salud Pública: “acompañe a los ciudadanos a lo largo de toda la vida, desde que nacen hasta el final de sus días”.

*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.