Unas 100 mujeres al año se benefician en Guadalajara de una técnica no invasiva para cáncer de mama

La técnica, denominada estudio de ganglio centinela, permite evitar la extirpación total de los ganglios de la axila en aquellos casos en los que no resulta necesario

Unas 100 mujeres al año se benefician en Guadalajara de la técnica no invasiva para cáncer de mama
Unas 100 mujeres al año se benefician en Guadalajara de la técnica no invasiva para cáncer de mama

Cada año, alrededor de un centenar de mujeres se benefician en Guadalajara de la técnica denominada estudio de ganglio centinela, un procedimiento aplicado a la cirugía por cáncer de mama que permite evitar la extirpación total de los ganglios de la axila en aquellos casos en los que no resulta necesario.

El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), fue, junto con el de Ciudad Real, el primero en la región en poner en marcha esta técnica que evita la linfadenectomía completa o extirpación total de los ganglios de la axila en casi el 90% por ciento de los casos.

La técnica, mínimamente invasiva, se aplica a mujeres que van a ser intervenidas por cáncer de mama, cuyas células pueden drenar a los ganglios de la axila, siendo necesario descartar la afectación axilar.

Hasta la introducción del estudio de ganglio centinela (así se denomina al primer ganglio que recibe el drenaje linfático de un tumor), sólo se disponía de la exploración clínica y se realizaba la extirpación completa de los ganglios linfáticos de la axila. Sin embargo, la cirugía de cáncer de mama tiende a ser cada día más conservadora y selectiva para minimizar secuelas.

La técnica, mínimamente invasiva, se aplica a mujeres que van a ser intervenidas por cáncer de mama, cuyas células pueden drenar a los ganglios de la axila

Con esta técnica, el tiempo quirúrgico es menor y además se reduce la morbilidad asociada a esta intervención, "fundamentalmente el edema y la hinchazón del brazo”, y aporta una notable mejoría a la calidad de vida de la mujer tras un cáncer de mama, según la jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Guadalajara, María Jesús Cancelo.
 
La linfadenectomía “implica no poder coger peso con el brazo afectado, tenerlo vigilado, evitar picaduras de insectos y punciones venosas, y supone limitaciones en determinados trabajos o algo tan común como llevar bolso o joyas, que afectan mucho en la vida diaria”, ha señalado Carredo.
 
La experiencia en Guadalajara en los doce años que lleva aplicándose esta técnica fue presentada en el IX Congreso de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Castilla-La Mancha celebrado en Talavera de la Reina. Durante el mismo, la mesa dedicada a Oncología ponía en común la experiencia en torno al estudio de ganglio centinela por parte de todos los hospitales de la región.
 
“En 2006 se realizaron 70 linfadenectomías, al no existir una técnica para el pronóstico del cáncer de mama, y resultó que de aquellas 70 extirpaciones, 50 resultaron negativas”, ha explicado Raquel Ramos, ginecóloga del Hospital de Guadalajara, quien fue la encargada de presentar los datos aportados por la Unidad de Oncología Ginecológica. Los años posteriores, señala, “evitamos una alta tasa de extirpaciones completas gracias a esta técnica; de hecho en 2017 intervinimos 120 mujeres con cáncer de mama e hicimos 95  biopsias selectivas de ganglio centinela, que en su mayor parte resultaron negativas y por tanto se evitó la extirpación completa de los ganglios”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído