La venta de leche cruda de vaca, es decir, sin pasteurizar, se ha autorizado en Cataluña tras la aprobación de un decreto por el Govern de la Generalitat que regula la actividad de su comercialización. Así el productor puede vender la leche directamente al consumidor final a través de máquinas expendedoras en la propia granja.
El asunto ha despertado la polémica, ya que el consumo de la leche cruda supone un riesgo para la salud. A pesar de los beneficios nutricionales que proporcionan la leche y los productos lácteos, ésta puede contener microorganismos peligrosos que pueden representar graves riesgos para la salud.
La leche sin pasteurizar tiene 150 veces más de probabilidades de causar enfermedades transmitidas por los alimentos y genera 13 veces más hospitalizaciones
La FDA, la agencia estadounidense del medicamento, por ejemplo, cuenta con estudios al respecto en los que se concluye que la leche sin pasteurizar tiene 150 veces más de probabilidades de causar enfermedades transmitidas por los alimentos y genera 13 veces más hospitalizaciones que las patologías que involucran productos lácteos pasteurizados.
El proceso de pasteurización se realiza para matar las bacterias dañinas, como Salmonella, E. coli o Listeria, responsables de causar varias enfermedades transmitidas en los alimentos.
Desde la Generalitat sostienen que la autorización para la comercialización de la leche cruda se basa en facilitar que los productores puedan valorizar sus producciones de leche y ayudar a diversificar las explotaciones ganaderas, así como fortalecer el sector lechero catalán.