El sector sanitario reduce sus hostilidades en Galicia tras un intenso año de movilizaciones

El cierre del paritorio del Hospital de Verín y la precariedad de los profesionales de Enfermería, únicos conflictos abiertos para la Consejería de Sanidad tras el fin de la huelga de Urgencias en el CHUS.

Trabajadores del servicio de Urgencias del CHUS durante una de sus concentraciones.
Trabajadores del servicio de Urgencias del CHUS durante una de sus concentraciones.

El consejero de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, ha pasado de ver peligrar su continuidad en el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo a asegurarse estar al mando de la sanidad gallega al menos hasta la inminente convocatoria electoral en Galicia.

La comunidad autónoma fue una de las más protestas sanitarias acogió el pasado 2019 y en parte del 2018. El protagonismo principal lo tuvieron los profesionales sanitarios de Atención Primaria poniéndose en pie de guerra el personal de los centros de salud y de los Puntos de Atención Continuada (PAC).

Con diálogo y negociación, Vázquez Almuiña y su mano derecha, el gerente del Servicio Gallego de Salud, Antonio Fernández-Campa, acordaron con las organizaciones sindicales diferentes medidas y se pusieron manos a la obra creando varias comisiones de trabajo, el Consejo Técnico de Atención Primaria y lanzando un paquete de medidas, todo ello recogido dentro del Plan de AP que plantea la Xunta.

La huelga del CHUS se extinguió el pasado 31 de diciembre a medianoche y sin acuerdo con el Sergas

Entre las protestas que llegaron a su fin está la huelga médica de Urgencias del Hospital Clínico Universitario de Santiago. En un primer momento fue una protesta sanitaria respaldada por sindicatos como CIG, CCOO o UGT, pero siempre escindida de los paros que realizaban los facultativos convocados por el Sindicato O´Mega.

Tal fue así, que los sindicatos de clase consiguieron un acuerdo con el Sergas y los galenos se quedaron sin negociación posible. El Servicio Gallego de Salud declinó la mediación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social como ha indicado O´Mega en un comunicado de prensa.

La gerencia del área sanitaria de Santiago argumentó “la imposibilidad de asumir el incremento de facultativos” que pedía la organización sindical, entre otras razones, por lo que un año después de las protestas. La convocatoria se extinguió el pasado 31 de diciembre a medianoche. La administración sanitaria había fijado servicios mínimos del 100%.

Tras la extinción de esta huelga, el cierre del Paritorio en el Hospital de Verín y las movilizaciones de los profesionales de Enfermería para denunciar la precariedad de sus condiciones laborales son los frentes abiertos para el consejero de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña.

SITUACIÓN DE LOS PAC

La Federación de Sanidad de CCOO de Galicia denuncia que el Sergas incumple el acordo que permitió el fin de la huelga de los PAC, firmado en julio del año pasado y que obliga a la administración sanitaria a incrementar el personal de estos centros y a mejorar a su dotación material, entre otras cuestiones.

“El Sergas no cumple con lo firmado porque en la última comisión de seguimiento del acuerdo, a mediados del pasado diciembre, se limitó a anunciar el incremento de personal, sin acompañarlo de los preceptivos planes funcionales”, aseguran desde la organización sindical.

Los planes funcionales son un estudio de necesidades en el que se tienen en cuenta parámetros como la carga asistencial, la dispersión, la distribución por edades o el número de traslados mediante el 061.

“Anunciaron un incremento de personal que, sin los planes, no sabemos de donde sale ni si es suficiente”, aseguran desde CCOO.

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