Europa experimentó en 2024 su año más caluroso jamás registrado, marcado por fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor prolongadas, grandes inundaciones y una pérdida récord de masa glaciar, según revela el informe sobre el Estado del Clima en Europa (ESOTC 2024), publicado este 15 de abril por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“El informe de 2024 revela que casi un tercio de la red fluvial superó el umbral de inundación máxima, y el estrés térmico continúa aumentando en Europa, lo que pone de relieve la importancia de fortalecer la resiliencia”, señala Florence Rabier, directora general del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (CEPMPM). Sin embargo, la directora asegura que “el 51% de las ciudades europeas cuentan ya con un plan específico de adaptación climática”.
El continente sufrió tormentas e inundaciones devastadoras, con al menos 335 muertes y unas 413.000 personas afectadas. En septiembre, la tormenta Boris provocó graves efectos en países como Alemania, Polonia, Austria, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Rumanía e Italia. Por su parte, en octubre, las lluvias extremas causadas por la DANA provocaron más de 200 víctimas mortales en la provincia de Valencia y Albacete.
"Observamos la ola de calor más larga en el sureste de Europa y una pérdida récord de masa glaciar en Escandinavia y Svalbard"
Asimismo, el informe también alerta sobre los efectos del calor. “2024 fue el año más cálido registrado en Europa. Observamos la ola de calor más larga en el sureste de Europa y una pérdida récord de masa glaciar en Escandinavia y Svalbard”, afirma Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. De hecho, se registró el segundo mayor número de días con “estrés térmico fuerte”, con un promedio de casi un mes de calor extremo en buena parte del continente.
En cuanto a los glaciares, todas las regiones europeas experimentaron pérdida de hielo. Escandinavia y Svalbard sufrieron las mayores pérdidas de masa glaciar, con una reducción promedio de 1,8 metros y 2,7 metros de espesor, respectivamente. Por este motivo, la ONU ha declarado 2025 como el Año Internacional de los Glaciares y ha insistido en la urgencia de su conservación.
Por otro lado, el informe también confirma el contraste climático entre Europa oriental y occidental. Mientras el este vivió un verano seco, soleado y extremadamente cálido, el oeste estuvo caracterizado por condiciones más húmedas y nubosas. Esta diferencia también se reflejó en la generación de energía solar, con mayor potencial en el este debido a más horas de sol.
La temperatura de la superficie del mar alcanzó su máximo histórico en la región europea, con 0,7 °C por encima del promedio
Además, la temperatura de la superficie del mar alcanzó su máximo histórico en la región europea, con 0,7 °C por encima del promedio. En el Mediterráneo fue aún mayor, con 1,2 °C por encima. Al mismo tiempo, la generación de electricidad mediante fuentes renovables también alcanzó un nuevo récord, representando el 45% del total en Europa.
“Este informe conjunto del C3S y la OMM constituye un logro histórico, ya que aprovecha lo mejor de los recursos y servicios de observación de la Tierra de la UE de Copernicus y el conocimiento experto de la comunidad”, sostiene Elisabeth Hamdouch, jefa adjunta de Observación de la Tierra de la Comisión Europea. “Copernicus forma parte de la inversión de la UE en datos climáticos soberanos para apoyar la mitigación y la adaptación al cambio climático en Europa”, añade.
“Cada fracción adicional de grado en el aumento de la temperatura es importante, ya que acentúa los riesgos para nuestras vidas, nuestras economías y el planeta. Estamos progresando, pero debemos ir más allá, avanzar con mayor rapidez y avanzar juntos”, concluye la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
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