La mejora analítica revela el alcance real de la farmacontaminación en ríos: “Se encuentra de todo”

La farmacontaminación se presenta como uno de los retos sanitarios y medioambientales del siglo XXI y los expertos apuntan que se debe afrontar con un enfoque multidisciplinar que combine investigación, regulación y responsabilidad ciudadana

Durante las últimas décadas, la presencia de residuos farmacéuticos en los ecosistemas acuáticos se ha convertido en una preocupación creciente para la comunidad científica y sanitaria. Esta realidad ha dejado de ser una amenaza invisible para consolidarse como un problema ambiental de primer orden que requiere atención inmediata y respuestas efectivas. El avance de las técnicas analíticas ha permitido detectar con mayor precisión la presencia de fármacos en el agua, especialmente en los ríos. Esta mejora técnica, unida a una mayor conciencia social y científica, ha contribuido a un aumento en el número de estudios sobre la llamada “farmacontaminación”.  

En una entrevista concedida a ConSalud.es, los expertos Gorka Orive, Catedrático de Farmacia de la Universidad del País Vasco e investigador, y Unax Lertxundi, Jefe de Sección de Farmacia, explican que “la mejora de las técnicas analíticas y una mayor conciencia del problema ha hecho que los estudios que demuestran la presencia de fármacos en los ríos y el medioambiente en general haya aumentado en las últimas décadas”.  

“En las muestras que se toman de los ríos aparece un poco de todo: desde antibióticos o analgésicos hasta psicofármacos”

La monitorización de la contaminación farmacológica en ríos se realiza mediante la recogida de muestras y su análisis con tecnologías como la espectrometría de masas, lo que permite identificar una amplia gama de compuestos. “Aparece un poco de todo: antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, psicofármacos, etc.”, detalla Orive.  

Este abanico tan variado de principios activos representa una amenaza potencial tanto para los ecosistemas acuáticos como para la salud humana. Los efectos son múltiples y preocupantes. “Una de las principales preocupaciones es el tema de la presencia de antibióticos y su posible contribución a la aparición de resistencias a los mismos”, advierten los expertos.  

EL MANZANARES, A LA CABEZA DE EUROPA  

Uno de los estudios más relevantes en este campo ha sido el realizado por la Universidad de York, que identificó al río Manzanares como el más contaminado por fármacos de Europa. Aunque solo se muestreó este río en España, el resultado ha generado inquietud.  

Los factores que explican estos niveles elevados incluyen cuestiones estructurales. “Los autores destacaron que uno de los factores contribuyentes podría haber sido el bajo caudal, combinado con una gran presión demográfica”, indica Orive.  

A nivel global, el Manzanares se suma a una lista de cursos fluviales afectados por una farmacontaminación que no conoce fronteras. “Los resultados indican que la contaminación en los ríos muestreados en nuestro país es importante comparada con el resto de países muestreados”, comenta Orive, quien ha participado en un reciente estudio europeo de monitorización.  

EL IMPACTO OCULTO EN LA SALUD Y EL MEDIOAMBIENTE  

Más allá del desarrollo de resistencias antimicrobianas, existen otros efectos menos visibles pero igualmente relevantes. “Otro aspecto es la contribución a la huella de carbono del consumo de medicamentos”, apunta el catedrático. Este enfoque introduce una nueva dimensión en la relación entre farmacología y sostenibilidad, destacando la necesidad de evaluar el ciclo de vida completo de los fármacos.  

“Como farmacéuticos abogamos por un uso racional del medicamento, ya que esto también puede contribuir a una menor contaminación ambiental”

La respuesta institucional a este problema empieza a dar pasos firmes. Una de las medidas más destacadas es la reciente aprobación de la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas (TARU), que incorpora por primera vez la obligación de eliminar fármacos en depuradoras de cierto tamaño. “Va a obligar a los Estados miembros a ‘limpiar’ fármacos en las depuradoras de un tamaño determinado”, señala Orive.  

No obstante, los expertos insisten en que la solución no pasa únicamente por medidas regulatorias o técnicas, sino también por un cambio en los hábitos de consumo. “Como farmacéuticos abogamos por un uso racional del medicamento. Esto también puede contribuir a una menor contaminación ambiental”, subrayan.  

La responsabilidad individual no debe quedar al margen de este desafío colectivo. Orive recuerda que “seguir hábitos de vida saludables podría ser lo más importante. "Cuanto menos enfermemos, menos medicamentos necesitaremos”, concluyen los expertos que destacan la importancia de gestionar adecuadamente los residuos farmacéuticos, utilizando los puntos SIGRE habilitados para su recogida.  

*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.