Tras 55 años de comercialización de Ventolin, salbutamol, este inhalador de rescate, que ha demostrado su eficacia y seguridad y es considerado un tratamiento básico por la Organización Mundial de la Salud (OMS), da un paso más allá en la protección de la salud de los pacientes con una nueva versión que le convertirá en el primer dispositivo de rescate con baja huella de carbono y libre de perfluoroalquiladas (PFAS).
El nuevo salbutamol contiene un propelente (HFA 152a) de próxima generación que, de tener éxito, “tiene el potencial de reducir las emisiones del inhalador en aproximadamente un 90 %”. Sin perder eficacia y seguridad en el abordaje de las crisis respiratorias, este gas fluorado sustituirá a HFA 134a, que actualmente aporta la mitad de la huella de carbono de la compañía.
La fabricación de inhaladores dosificadores para la administración de ingredientes farmacéuticos usa una proporción no desdeñable de todos los HFC que se consumen actualmente en la Unión
De esta forma tras superar los ensayos clínicos actuales, este será el primer inhalador de rescate con baja huella de carbono y libre de PFAS, pionero en adaptarse la nueva normativa europea que propone la prohibición de los perfluoroalquiladas y la apuesta por dispositivos más sostenibles.
MENOS HUELLA DE CO2, LIBRE DE ‘QUÍMICOS ETERNOS’
En el primer trimestre de este año salió adelante y fue elevado al Parlamento Europeo y al Consejo el reglamento de la prohibición de sustancias tóxicas como respuesta a un informe de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA por sus siglas en inglés) que señalaba cómo las PFAS y los HFC contaminan las aguas subterráneas y superficiales y el suelo, y se asocian a mayores niveles de colesterol, bajo peso al nacer, efectos en el sistema inmunitario, desarrollo de tumores como cáncer de testículos, de riñones, y perturbación de la hormona tiroidea en humanos que se han expuesto a dichos químicos.
El reglamento de 7 de febrero de 2024, sobre los gases fluorados de efecto invernadero, por el que se modifica la Directiva (UE) 2019/1937, y se deroga el Reglamento (UE) nº 517/2014 señala que la fabricación de inhaladores dosificadores para la administración de ingredientes farmacéuticos usa una proporción no desdeñable de todos los HFC que se consumen actualmente en la Unión.
Ventolin será pionero en adaptarse la nueva normativa europea que propone la prohibición de los perfluoroalquiladas y la apuesta por dispositivos más sostenibles.
Ante esta situación, los reguladores europeos recordaron que existen “alternativas, como los inhaladores dosificadores que usan como propulsores gases fluorados de efecto invernadero con menor PCG, que han sido desarrolladas recientemente por la industria”, y establecieron también una serie de incentivos para que se reduzca de forma completa el uso de los PFAS en la industria farmacéutica para 2030.
“La cooperación entre la Comisión, las autoridades competentes de los Estados miembros y la Agencia Europea de Medicamentos debe facilitar un proceso sencillo de aprobación de los inhaladores dosificadores que usen gases fluorados de efecto invernadero de bajo PCG y alternativas a los gases fluorados de efecto invernadero, y de ese modo asegurar la transición hacia soluciones más limpias”, recoge el reglamento
En este proceso está embarcado Ventolin, que, una vez superados los ensayos clínicos, será pionero en adaptarse la nueva normativa europea que propone la prohibición de los perfluoroalquiladas y la apuesta por dispositivos más sostenibles..
De esta forma, dará respuesta a la necesidad de los pacientes de contar con un tratamiento que es esencial para aliviar las exacerbaciones en asma y EPOC, prevenir el deterioro, la hospitalización y la mortalidad asociada a estas patologías respiratorias, siendo respetuoso con el medio ambiente.