Playa o piscina, mar o montaña o incluso en la gran ciudad, la población expone la piel durante el verano a fuertes radiaciones solares y muchas veces sin tener en cuentas las consecuencias que puede tener no protegerse con un buen fotoprotector solar.
La piel se reseca o se producen ronchas por la falta de hidratación. Debido al uso de gel hidroalcohólico y de mascarillas también producen efectos sobre nuestra piel. El miedo al acné, la aparición excesiva de pecas y lunares o las picaduras de insectos forman parte de las consultas que los dermatólogos reciben durante el periodo estival. Pero no son las únicas, el melanoma o cáncer de piel es otro de los motivos para acudir al médico.
ConSalud.TV ha entrevistado a Ana Molina, dermatóloga de la Fundación Jiménez Díaz y profesora de esta especialidad médica en la Universidad Complutense de Madrid para conocer cómo se puede tener un cuidado óptimo de la piel este verano.