Ocho empleados de la compañía tecnológica Samsung han sido acusados de destruir pruebas de un presunto delito de fraude contable valorado en 3.522 millones de euros.
Según ha informado el Financial Times, el movimiento de ocultación se sospecha que tiene que ver con una conspiración para consolidar el control de la empresa por parte de la familia fundadora.
El fallo emitido por el Tribunal del Distrito Central de Seúl también ha afectado a tres ejecutivos de la compañía que han sido condenados con penas de hasta dos años de prisión. Asimismo, dos filiales de la compañía, Samsung BioLogics y Samsung Bioepis, también se han visto salpicadas.
Las autoridades financieras de Seúl denunciaron con anterioridad que Samsung BioLogics infló el valor de la filial Samsung Bioepis en 3.522 millones de euros en el año 2015
Según el diario estadounidense, el pasado mes de mayo tuvo lugar una redada en una fábrica de Samsungs BioLogics ubicada en las afueras de Seúl donde las autoridades descubrieron un servidor secreto escondido bajo el suelo de una sala de reuniones.
Las autoridades financieras de Seúl denunciaron con anterioridad que Samsung BioLogics infló el valor de la filial Samsung Bioepis en 3.522 millones de euros en el año 2015. El resultado de este movimiento fue aumentar el control de Lee Jae-yong sobre Samsung Electronics, la joya de la corona del grupo.
Los empleados acusados en la investigación han reconocido haber destruido pruebas, pero negaron que sus acciones estuvieran vinculadas a la sucesión de Lee Jae-yong o al presunto fraude.