El mercado cree que el negocio de las vacunas contra el coronavirus podría estar llegando a su fin. Y es que mucha población está renunciando a la tercera o cuarta dosis de la vacuna.
Las tasas de vacunación en todo el mundo han disminuido rápidamente desde principios de año. Precisamente, el análisis de la producción de vacunas, las entregas, los acuerdos de suministro y las dosis administradas muestra que la demanda está cayendo y, con ello, las ventas.
Según un informe de la consultora Airfinity, la demanda de vacunas llegará a 6.000 millones de dosis (niveles similares al pasado año) y a entre 2.000 y 4.000 millones en 2023. El informe muestra una previsión de ventas globales de un 21% menos, de 74.218 millones de euros a 58.879.
El pronóstico de la consultora también reduce las expectativas de ventas para las compañías Pfizer y Moderna. En concreto, según muestran los datos, la cuota de mercado de Pfizer será de un 58% y la de Moderna de un 30%.
De hecho, Moderna será una de las más afectadas y se prevé que sea la que obtenga un beneficio más bajo de todas las empresas que han sacado una vacuna efectiva contra la Covid-19.
El informe muestra una previsión de ventas globales de un 21% menos, de 74.218 millones de euros a 58.879
En 2021, los vaivenes bursátiles también estuvieron al orden del día en la compañía y su acciones registraron la peor caída en un mes y el peor desempeño en renta variables de las cotizadas del S&P 500.
En la misma línea, Novavax también reveló una fuerte caída en la financiación de la investigación Covid-19 en el primer trimestre del año y confirmó que ha enviado menos de una cuarta parte de las entregas totales de vacunas programadas para este año. Como era de esperar, esto tuvo un impacto negativo en sus acciones que cayeron casi un 16%.
La farmacéutica vendió 31 millones de dosis en el primer trimestre, una pequeña fracción de los 2.000 millones de inyecciones que planea enviar a todo el mundo a lo largo del año.
DEMANDADAS POR INFRACCIÓN DE PATENTES
El pasado mes de marzo, ambas farmacéuticas fueron demandadas por Alnylam Pharmaceuticals por la infracción de patente en la fabricación y venta de sus vacunas mRNA.
Alnylam exigió una compensación por el uso de su tecnología de nanopartículas lipídicas (LNP) que transporta y administra terapias o vacunas basadas en ARN en el cuerpo e insistió en que “ambas infringían su patente mediante el uso de un lípido formulado en LNP que protege y administra el ARNm".
Para Moderna, esta fue la segunda demanda por infracción de patentes, ya que había sido demandada anteriormente por Arbutus Biopharma.