Con el objetivo de proporcionar una medida más objetiva del diagnóstico de la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), Glympse Bio ha estado desarrollando una línea de biosensores inyectables, hechos de nanopartículas que reaccionan a la presencia de la enfermedad a medida que atraviesan el cuerpo.
Según ha informado FierceBiotech, la compañía ha anunciado los primeros datos clínicos en humanos que muestran que sus inyecciones se pueden tolerar de manera segura, y el proceso culmina en una prueba de orina.
Concretamente, los datos de la fase 1 de Glympse incluyen a 18 voluntarios que recibieron dosis crecientes de biosensores. El estudio también confirmó la detección de señales en las muestras y ayudó a identificar el momento óptimo para recolectar la orina después de la inyección.
Los sensores sintéticos in vivo consisten en compuestos que se escinden cuando entran en contacto con las enzimas proteasas específicas del cuerpo relacionadas con la enfermedad hepática
Los sensores sintéticos in vivo consisten en compuestos que se escinden cuando entran en contacto con las enzimas proteasas específicas del cuerpo relacionadas con la enfermedad hepática. Más actividad de la enfermedad significa más reacciones, lo que resulta en una señal más clara a medida que se recogen más partículas en la muestra.
“Nuestro objetivo de transformar la medición de la progresión de la enfermedad ha sido apoyado por nuestro socio, Gilead Sciences, con quien planeamos realizar estudios clínicos que permitan la PMA validando nuestros biosensores en NASH”, ha señalado Caroline Loew, directora ejecutiva de Glympse.
En paralelo, Glympse también ha realizado un estudio de expresión génica de muestras de fibrosis avanzada y descubrió que una firma de 13 proteasas de las enzimas hepáticas podía clasificar la gravedad de las cicatrices tisulares entre los pacientes con NASH.