La crisis de los opiáceos golpea a los fabricantes y merma la esperanza de vida

El fentanilo, un opiáceo sintético similar a la morfina pero más potente, fue la principal droga ligada a muertes por sobredosis en el año 2016.

Farmacéuticas ofrecen pagar 26.000 millones por la crisis de los opioides
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Salud35
17 diciembre 2018 | 00:00 h

La crisis de opiáceos sigue más candente que nunca en Estados Unidos. Esta semana hemos conocido que esta crisis no sólo salpica a los fabricantes de medicamentos sino que también se ha convertido en una de las principales causas de muerte en el país estadounidense.

Precisamente, el fentanilo fue la principal droga ligada a muertes por sobredosis en el año 2016, según los últimos datos que maneja el reporte de las autoridades sanitarias estadounidenses. El fentanilo suele emplearse en el tratamiento de pacientes con dolores intensos o crónicos, o después de una operación quirúrgica.

Según la descripción que ofrece el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés), el fentanilo es un opiáceo sintético "similar" a la morfina, "pero más potente".

La Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) aseguró en un informe de 2015 que este analgésico es entre 80 y 100 veces más potente que la morfina y entre 25 y 40 veces más fuerte que la heroína.

En 2017, tuvieron lugar en el país estadounidense cerca de 50.000 muertes por sobredosis de medicamentos relacionadas con opioides

De igual modo, según encuestas nacionales realizadas por la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE.UU., más del 80% de los pacientes no reciben ni buscan atención por abuso de opioides y solo el 13% de las instalaciones para pacientes ambulatorios ofrecen medicamentos de tratamiento como la buprenorfina.

En 2017, tuvieron lugar en el país estadounidense cerca de 50.000 muertes por sobredosis de medicamentos relacionadas con opioides, incluidos los medicamentos recetados para el dolor y la heroína, por lo que, las autoridades insisten en la necesidad “urgente” de terapias nuevas e innovadoras para hacer frente a esta epidemia de salud pública.

A lo largo de los años, algunos fabricantes de medicamentos han terminado en los tribunales y las demandas han estado a la orden del día en el país.

VARIAS COMPAÑÍAS EN EL PUNTO DE MIRA

De hecho, la compañía farmacéutica Purdue Pharma continúa defendiéndose de la ola de demandas que tiene en Estados Unidos.

Los gobiernos locales y estatales han presentado más de 1.000 demandas donde culpan a la farmacéutica de una crisis de sobredosis de opiáceos y adicción en todo el país. De hecho, en algunos juicios han nombrado a los miembros de la familia Sackler, propietaria de Purdue Pharma, como acusados.

Como estrategia, hace un par de meses, la compañía dijo que regalaría dosis de su nueva versión de buprenorfina, que ayuda a las personas adictas a los opioides, como parte de cualquier acuerdo.

Asimismo, Insys Therapeutics ha sido una de las compañías más golpeadas por la crisis de opiáceos. Y es que, las tácticas "agresivas" de venta de Insys han llevado a la compañía a enfrentar cargos criminales.

Insys habría sobornado a los médicos y a sus empleados con pagos por informes médicos falsos que resultaban ser partes

Precisamente, hace unos días conocimos que su exjecutivo de ventas Alec Burlakoff es uno de los primeros ejecutivos de una compañía farmacéutica acusado por su papel en la crisis de opiáceos en EE.UU., y se enfrenta hasta a 20 años de prisión.

Insys habría sobornado a los médicos y a sus empleados con pagos por “informes médicos falsos que resultaban ser partes”. Así, los profesionales que no prescribieran recetas para su poderoso opioide, Subsys, no recibían dinero por parte de la compañía.

Asimismo, la justicia también ha atacado contra Indivior Reckitt Benckiser. En esta ocasión, el departamento de Justicia de Estados Unidos se unió a varias demandas contra dichas compañías alegando que comercializaron indebidamente su tratamiento para la adicción a los opiáceos, Suboxone.

Trevenay su inyección de opioides también ha estado en el punto de mira de las autoridades estadounidenses. En su momento, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) solicitó a la compañía que proporcionara datos clínicos adicionales e indicó que los datos de seguridad enviados no eran adecuados para la dosis propuesta. El regulador de salud también solicitó ciertos datos adicionales no clínicos e informes de validación.

La oliceridina de Trevena pertenece a la misma clase de opioides que los analgésicos de uso común como la morfina y el fentanilo.

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