Una explosión en una planta química en China, que se ha cobrado la vida de 62 personas, no solo ha expuesto las debilidades en la supervisión de la seguridad laboral del país, sino que también ha evidenciado las carencias en la cadena de suministro global de los componentes de los medicamentos. Tanto es así que el suceso ha agravado la escasez de productos de la farmacéutica Lonza, con sede en Basilea (Suiza).
En una aproximación cualitativa a los resultados del primer trimestre, que no incluyó ninguna figura financiera, el nuevo CEO de Lonza, Marc Funk, ha asegurado que la compañía está avanzando muy bien impulsada, fundamentalmente, por proyectos de Biología. No obstante, ha precisado que la explosión en la planta asiática ha generado "vientos en contra" para los negocios que tiene abiertos la empresa.
"Todas las áreas de negocio se enfrentan a la escasez de materias primas e interrupciones en la cadena de suministro"
En este sentido y según informa FiercePharma, Funk ha dicho que todas sus áreas de negocio se enfrentan a la "escasez de materias primas e interrupciones en la cadena de suministro", tanto por los esfuerzos de China para limpiar la contaminación química como por "una importante explosión de una planta química en el país".
Por todo ello, Lonza Group ya ha anunciado que está tomando medidas adicionales para superar los citados "vientos en contra". Hay que recordar que Marc Funk fue nombrado CEO en el mes de enero, cuando sustituyó en el cargo a Richard Ridinger.
Sin embargo, y a pesar de las interrupciones en la cadena de suministro, Funk ha declarado que los negocios farmacéuticos de Lonza ayudarán a la compañía a ofrecer resultados sólidos para este año, por lo que la proyección financiera resulta optimista.