MSD se sitúa como una de las tres farmacéuticas que más invierte en I+D

El 2022 ha dejado grandes registros en la inversión en la investigación y desarrollo del sector farmacéutico, una tendencia que pretenden seguir con la reforma de la Estrategia Farmacéutica Europea

Fachada exterior de la sede de MSD
Fachada exterior de la sede de MSD
Ander Azpiroz
28 marzo 2023 | 00:00 h

La industria farmacéutica ha aumentado la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en los últimos años, prueba de ello son los más de 200.000 millones de euros al año en que recogen en el informe de laFederación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma) Facts and Figures 2022: The Pharmaceutical Industry and Global Health. Convirtiéndose así, en el sector industrial que más dinero dedica a este ámbito en todo el mundo.

Los años de pandemia de Covid-19 han demostrado la importancia de la I+D de los productos farmacéuticos. Por ello, este 2022, a pesar de ser un año más calmado en relación al virus, las compañías farmacéuticas han decidido dar un paso más allá y prepararse ante futuros problemas. Una de las más concienciadas y que ha destinado un mayor presupuesto al I+D ha sido MSD (Merck en Estados Unidos y Canadá).

Tercera compañía farmacéutica con mayor inversión en I+D, con 15.550 millones de dólares (14.408.821.760 euros), centrados en más de 80 estudios intermedios y más de 30 ensayos de fase 3

A medida que los ingresos totales de MSD aumentaron durante el 2022, los gastos en I+D también lo hicieron, llegando a un incremento del 10,6%. Cifras que les ha llevado a situarse como la tercera compañía farmacéutica con mayor inversión en I+D, con 15.550 millones de dólares (14.408.821.760 euros), centrados en más de 80 estudios intermedios y más de 30 ensayos de fase 3 que buscan desvincularse del exitoso medicamento contra el cáncer, Keytruda.

Entre los descubrimientos de MSD que les han llevado a plantearse aumentar la inversión se encuentran: los productos cardiovasculares de última etapa, que se han triplicado en tamaño durante el último año, de los que esperan que se aprueben ocho candidatos para generar 10 mil millones de dólares (9.266.122.752 euros) en ingresos máximos para mediados de la década de 2030; una inmunoterapia contra el VPH Gardasil, que contó con la unión con Moderna en una inmunoterapia contra el cáncer de ARNm y que los socios revelaron que redujo el riesgo de recurrencia o muerte en un 44 % cuando se administró a pacientes con melanoma en combinación con Keytruda; un candidato a enfermedad degenerativa ocular asociado con NGM BiopharmaceuticalsCavatak, un activo de cáncer en etapa intermedia adquirido a través de la compra de Viralytics por parte de MSD en 2018; y el candidato a la vacuna contra el chikungunya V184 , que se eliminó después de que su rival Valvena se convirtiera en el primero en llegar al mercado.

FUTURO I+D

El desarrollo de la inversión de la industria farmacéutica en I+D en este 2023 pasa directamente por la futura Estrategia Farmacéutica Europea, una revisión de la legislación farmacéutica general que presentará la Comisión Europea con el objetivo de crear un marco regulador orientado al futuro y apoyar en la promoción de la investigación y las tecnologías, al mismo tiempo que se tratan las deficiencias del mercado.

Garantizar que puedan acceder a medicamentos asequibles; fomentar la competitividad, la innovación y la sostenibilidad de la industria; mejorar los mecanismos de preparación y respuesta ante las crisis, y subsanar la escasez de medicamentos

Un proceso de actualización de la normativa farmacéutica en la Unión Europea (UE) que representa una oportunidad única para garantizar que la región pueda beneficiarse de la vanguardia de la I+D, responder rápidamente a las necesidades de los pacientes europeos y volver a ser líderes mundiales en innovación farmacéutica frente a otros países como China y Estados Unidos.

Los cuatro pilares que forman la nueva estrategia son: garantizar que los pacientes puedan acceder a medicamentos asequibles; fomentar la competitividad, la innovación y la sostenibilidad de la industria farmacéutica; mejorar los mecanismos de preparación y respuesta ante las crisis y las cadenas de suministro diversificadas y seguras; y subsanar la escasez de medicamentos. Factores que de una manera u otra ponen el foco en la mejora de la I+D, aunque todavía se desconoce cuál será la fecha final en la que verá la luz esta esperada reforma.

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