El nuevo programa de Atresmedia emitido el jueves de la semana pasada, “Hablando en plata: El escándalo de las residencias”, recoge denuncias de familias, trabajadores y personas mayores que viven en residencias. Una de las compañías señaladas es el Grupo Orpea, la multinacional francesa presente en 26 países que gestiona más de 8.500 plazas en España repartidas en más de 50 centros.
Con el objetivo de conocer cómo es la situación que viven las personas mayores en las residencias de Orpea, Alberto Chicote entrevista a la hija de una de estas residentes que no quiere mostrar su identidad por miedo a las posibles consecuencias por parte de la compañía francesa.
Dejar de dar el alimento a una persona mayor me parece que es un delito
Comienza explicando que durante una videollamada con su madre, tras estar ingresada por la Covid, observó que no se encontraba en buen estado y decidió acudir de nuevo al hospital. En esta ocasión, ya no se trataba de ningún tema relacionado con el virus, estaba desnutrida, confirmando las sospechas de la hija de que la alimentación que ofrecen desde la residencia no era la óptima y desencadenando una serie de denuncias que no han llegado a ningún lado.
“Dejar de dar el alimento a una persona mayor, que además lo único que puede hacer es abrir la boca, a mí me parece que es un delito”, apunta la mujer, que además añade que la respuesta de Orpea ante estas denuncias y preguntas fue el silencio.
Con el objetivo de mostrar a España como son los menús que ofrecen en estas residencias, la hija sacó fotos a diferentes platos que contenían trozos de huesos, masas imposibles de tragar y líquidos sin fundamento. Desde el programa han acudido al nutricionista especializado en alimentación de personas mayores, Juan Revenga, para comparar los datos de kilocalorías (Kcal) que se supone que tienen los menús según la hoja nutricional y la realidad detrás de estos números.
En el primer caso, una crema de alubias blancas con verduras, un estofado de ternera y una ensalada de fruta, la residencia indica que el menú tiene un total de 798 Kcal, una cifra muy por encima del resultado que ofrece el nutricionista del aporte calórico real, con 410 Kcal. Diferencia muy significativa, que incluso aumenta en el análisis del segundo menú, con 1.057 Kcal, según Orpea, y 359 Kcal, según el nutricionista.
Las razones que aporta el experto señalan principalmente la utilización de la dieta Turmix, que se basa en triturar y convertir los alimentos sólidos en purés para permitir que se puedan ingerir mejor. El problema llega cuando en este proceso se le añade una cantidad de agua que provoca, según el propio nutricionista, que “en vez de carne, hay agua”.
El sistema de razonamiento que lleva el Grupo Orpea les hace gastarse únicamente 4,2 euros al día por persona, lo que se traduce en un euro para cada comida
Ante este panorama surge la pregunta: ¿por qué ofrecen un servicio tan mínimo de comida? El programa encuentra la respuesta en el periodista Víctor Castanet, experto en el modus operandi del Grupo Orpea y responsable de numerosos artículos sobre las residencias.
Castanet explica que el objetivo de Orpea es reducir al máximo los costes, obviando evidentemente la salud de sus residentes. A través del testimonio de un exjefe de cocina de esta compañía descubrió que el sistema de razonamiento que llevan les hace gastarse únicamente 4,2 euros al día por persona, lo que se traduce en un euro para cada comida. Una situación que no hace referencia a un caso aislado, sino a una política de optimización que se lleva a cabo en todos los países en los que desarrolla su actividad dicho Grupo y que se ha acentuado en Bélgica y España.