Ginecología, una especialidad "para manitas, llena de buenas noticias y en la que no aburrirse"

El miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el Dr. José Alcolea, explica a ConSalud.es cómo es el día a día en esta especialidad tan "alegre y gratificante"

El Dr. José Alcolea, miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. (Foto. SEGO)
El Dr. José Alcolea, miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. (Foto. SEGO)
Agustina Uhrig
22 marzo 2022 | 17:45 h

En el MIR 2021, la especialidad de Ginecología y Obstetricia agotó la última de sus 275 plazas en el número de orden 4.585. Este 2022, de las 8.188 plazas MIR ofertadas por el Ministerio de Sanidad, un total de 276 pertenecen a esta especialidad. “No es ni de las que primero se termina, ni de las últimas, pero es una especialidad bastante demandada con muchas plazas”, explica a ConSalud.es el Dr. José Alcolea, portavoz de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

El día a día de un ginecólogo es de todo menos aburrido. Al ser una especialidad médico-quirúrgica, abarca un “abanico muy amplio de patologías y aspectos centrados en la salud de la mujer”, como pueden ser la patología mamaria, reproducción asistida, ecografía de seguimiento del embarazo y morfológica, ginecología general, anticoncepción, cirugía oncológica… “El día a día depende de dónde te encuentres. En un hospital pequeño tendrás que hacer un poco de todo, pero en un hospital más grande, puedes especializarte un área concreta”, explica este ginecólogo.

Las guardias de Ginecología y Obstetricia pueden ser “duras”, pero son llevaderas porque se encargan de “una parte de la Medicina que es estupenda” y suele estar enfocada en “dar buenas noticias”. “La mayor parte de la Ginecología, como la reproducción asistida, la atención al parto o el seguimiento del embarazo, normalmente está enfocada en personas sanas que vienen a recibir a ver o recibir a su bebé”, por lo que el ambiente en esta especialidad suele estar cargado de ‘buenas vibras’.

Solo hay que asomarse a una planta materno-infantil, donde las sonrisas, los recibimientos, globos, flores y paquetes de jamón serrano para las mamás que acaban de dar a luz, están a la orden del día. “Ahora en tiempos de pandemia, nos hemos quedado un poco solos, pero cuando no había restricciones por Covid, las plantas estaban llenas de padres, abuelos, tíos, primos… Cuando pase el Covid, volveremos a recuperar esa felicidad que teníamos, porque estas plantas son muy alegres y transitadas y estamos rodeados de buenas noticias”, comenta el Dr. Alcolea entre risas. Aún así, las guardias de Ginecología pueden ser movidas porque los partos suelen ser impredecibles, por lo que el trabajo no falta y “hay que tener aguante” para hacer frente a estas jornadas.

“A veces un parto sangra más de la cuenta, o intentas ayudar a una pareja a tener niños y no lo consigues…Pero en general, las renuncias son pocas y es una especialidad bastante querida”

Para este miembro de SEGO, ser ginecólogo es “un trabajo supergratificante”, que no cambiaría por ningún otro. “Además, es una especialidad muy versátil que recomiendo a todas las personas que sean más manitas, que les guste hacer cosas con las manos porque nuestra especialidad es muy manual”. Un ginecólogo puede pasar consulta, poner un DIU o un implante anticonceptivo, recetar medicamentos, hacer técnicas de laboratorio de reproducción asistida, punciones ováricas, transferencias embrionarias, quirófano, cesáreas, asistir un parto con ventosa o fórceps, coser, dar puntos… Todo un abanico de posibilidades en los que la rutina no tiene cabida.

Esto se traduce en que también es una especialidad que puede adaptarse a las circunstancias personales de cada médico, pues si sufre una lesión que le impide operar o estar de pie, puede seguir trabajando en consulta, por ejemplo. “Si fueses cirujano y por un accidente no puedes operar, tendrías un problema”, apunta Alcolea.

La mayoría de residentes quedan prendados de la Ginecología y recoge pocas renuncias a la plaza, aunque es cierto que “hay frustraciones” profesionales, como en todas las especialidades. “A veces te pegas sustos porque un parto sangra más de la cuenta, o intentas ayudar a una pareja a tener niños y no lo consigues…Pero en general, las renuncias son pocas y es una especialidad bastante querida”.

Si te gustan las quirúrgicas, pero “no te imaginas toda la vida en un quirófano, puedes escoger una especialidad como la nuestra en la que hay unos días de quirófano, otros de consulta… Es muy versátil”

Por otro lado, la especialidad es atractiva una vez que tiene muchas salidas profesionales en la Sanidad privada. “Uno de los motivos principales por los que una mamá se va a la privada, es por el seguimiento del embarazo”, asegura Alcolea, motivo por el cual la Ginecología tiene un campo de trabajo extenso en esta área. La reproducción asistida es otra de las sub-especialidades ginecológicas punteras en la Sanidad privada.

Respecto a la investigación, la especialidad ha vivido avances notables en los últimos años. “Ahora mismo hay compañeros que se dedican a la cirugía fetal, algo impensable hasta ahora, que consiste en operar fetos dentro del útero de sus mamás… Imagínate lo que hemos avanzado”. La investigación en anticonceptivos, en técnicas de alivio del dolor, mejores ecógrafos o la cirugía ginecológica, sin olvidar la reproducción asistida son otras áreas que han dado un boom en los últimos años.

Para los R0 que consideran la especialidad de Ginecología y Obstetricia, el Dr. Alcolea recomienda a los futuros MIR que estudien su perfil: “Si eres de especialidades médicas, no te recomendaría Ginecología porque la sangre está a la orden del día, porque las pacientes te van a consultar porque sangran mucho con la regla, porque vas a asistir un parto o cesárea con mucha sangre y porque esta especialidad es muy de 'pringarse’ manualmente”. Por otro lado, si este no es tu caso y te gustan las quirúrgicas, pero “no te imaginas toda la vida en un quirófano, puedes escoger una especialidad como la nuestra en la que hay unos días de quirófano, otros de consulta, otros de laboratorio de reproducción asistida… Es muy versátil”.

Y sobre todo, el Dr. Alcolea recomendaría la especialidad a los médicos “manitas, que quieran aprender algo manual”. “Es una especialidad muy chula en la que no se van a aburrir”, concluye este ginecólogo.

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