Entre los problemas de la piel más frecuentes hay uno que ocupa el ‘ranking’ del número uno: el acné. Se comienza a desarrollar durante la juventud y se puede extender hasta la madurez. Según los datos de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el acné es una patología que afecta a casi el 80% de la población. Concretamente, tal y como señala el último estudio, la edad de prevalencia se encuentra entre los 14 y los 16 años.
Pero, aunque la palabra acné se relaciona generalmente con la adolescencia, lo cierto es que esta patología va mucho más allá y cada vez es más común sufrirla en la edad adulta. Según el estudio de AEDV, la prevalencia del acné en adultos es de un 3% en varones y entre un 11 y un 12% en mujeres.
¿Qué es?, ¿Cuáles son sus causas? ¿Cómo se puede prevenir? ¿Qué debemos hacer y qué no? Damos respuesta a todas tus preguntas.
¿Qué es el acné? “El acné es un proceso sumamente frecuente, visible e inestético que incide sobre tramos de edad donde la imagen corporal es fundamental para conseguir una buena calidad de vida. A menudo, el especialista no considera la repercusión psíquica que provoca en el paciente, lo que hace que se instauren tratamientos insuficientemente rápidos y eficaces. Durante la adolescencia, es un problema muy preocupante desde el punto de vista psicológico, pero en la edad adulta, también, por las connotaciones negativas que conlleva”, explican desde la AEDV.
¿Por qué se produce? Existen cuatro factores principales que inciden en su aparición: el exceso de producción de materia grasa, bacterias, inflamación y folículos pilosos obstruidos. También existen una serie de factores que desencadenan o empeoran el acné: los cambios hormonales, la alimentación rica en carbohidratos, el estrés y el consumo de ciertos alimentos.
El acné es una patología que afecta a casi el 80% de la población, concretamente entre los 14 y los 16 años
¿Cómo se puede prevenir? Para evitar que los poros se obstruyan es importante cuidar la piel. Se recomienda limpiar la piel delicadamente con un jabón suave y exfoliar la piel entre una o dos veces por semana. Además, evitar los cosméticos con base de aceite. En el caso de acnés más complejos es necesario ponerse en atención con un dermatólogo.
¿Qué no debo hacer cuando tengo acné? Sabemos que el acné no le gusta a nadie y muchas veces con tal de disimularlo optamos por cualquier solución ‘milagrosa’. Entre las actuaciones que debes evitar para empeorar el acné se encuentran: No aprietes, rasques, hurgues ni frotes agresivamente los granos. Evita tocarte la cara, el uso de cremas o cosméticos grasosos y no te dejes el maquillaje durante la noche.
¿Y qué puedo hacer? En el caso de que tengas acné y necesites eliminarlo lo mejor será que le consultes a tu dermatólogo para que te recete un antiséptico o antibiótico que te ayude a eliminarlo o usar parches hidrocoloides (pero con cuidado)
REMEDIOS CASEROS
Según la sabiduría popular existen diferentes formas de acabar con los granos. “Echarse pasta de dientes”, “rociarse con alcohol”, “dejarlo secar al sol”, “tomarse una aspirina o un ibuprofeno”, “aplastarse un ibuprofeno y ponerlo en la zona del acné”. Son algunos de los remedios más frecuentados, pero tenemos que decirte que se trata de mitos que no hacen más que empeorar nuestra piel.