En la era dorada de la medicina regenerativa, donde las fronteras entre la ciencia y la estética se difuminan en busca de la juventud y la armonía, un tratamiento que antaño era sinónimo de rejuvenecimiento ha comenzado a ser contemplado con cautela e incluso temor: el ácido hialurónico. A medida que proliferan los tratamientos estéticos y las expectativas de resultados inmediatos y transformadores crecen, han surgido voces alertando sobre posibles efectos adversos, resultados artificiales y la persistencia indeseada de este material en los tejidos.
Sin embargo, el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), entidad de referencia adscrita a la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), se posiciona firmemente para disipar estos miedos, asegurando que, aplicado de manera correcta y por el profesional debidamente cualificado, el ácidohialurónico no solo es seguro, sino que también es capaz de ofrecer resultados sorprendentemente naturales y satisfactorios.
"La aparición de estos efectos indeseados se debe, fundamentalmente, a la elección de un profesional sin la experiencia o el criterio necesario"
La proliferación de información, a menudo no contrastada, en redes sociales y la difusión de experiencias negativas han contribuido a sembrar dudas sobre un tratamiento con una larga trayectoria en la medicina estética. Se han popularizado relatos de "huellas estéticas negativas", rostros que han perdido su armonía natural adoptando formas exageradas o hinchadas, e incluso la creencia de que el ácido hialurónico permanece indefinidamente en el organismo.
Ante esta creciente preocupación, la Dra. Carmen Galera, reputada dermatóloga miembro del GEDET, subraya que estos escenarios desfavorables son, en su mayoría, consecuencia directa de una praxis inadecuada. "La aparición de estos efectos indeseados se debe, fundamentalmente, a la elección de un profesional sin la experiencia o el criterio necesario, a la utilización de productos de baja calidad o no apropiados para el caso, o al incumplimiento de los protocolos y tiempos recomendados entre las sesiones de tratamiento", explica la experta.
Lejos de ser un agente causante de resultados artificiales, el ácido hialurónico se revela como una herramienta versátil y esencial en el arsenal de la medicina estética moderna. Su capacidad para integrarse de forma natural en los tejidos y su biocompatibilidad lo convierten en un aliado invaluable para abordar diversos signos del envejecimiento y realzar la belleza individual. La Dra. Galera detalla las múltiples aplicaciones de este compuesto, destacando su potencial para lograr una armonización facial integral:
- Reposicionamiento estratégico. Con el avance de la edad, la pérdida de volumen en áreas clave como los pómulos, las sienes y la zona submalar provoca un descenso de los tejidos y la aparición de un aspecto cansado. El ácido hialurónico, inyectado en puntos estratégicos, permite recuperar este volumen perdido, restaurando los contornos faciales y proporcionando un efecto lifting sutil y natural.
- Relleno preciso de surcos y arrugas. La capacidad del ácido hialurónico para rellenar líneas de expresión, surcos nasogenianos, líneas de marioneta y otras arrugas es bien conocida. Sin embargo, la clave reside en la técnica de inyección y la cantidad utilizada para suavizar estas marcas sin sobrecargar el rostro. Asimismo, permite aumentar el volumen de los labios de manera armoniosa, definiendo su forma y proyectándolos de forma natural.
- Hidratación profunda y revitalización cutánea. En su forma no reticulada, el ácido hialurónico se utiliza en tratamientos de mesoterapia o skin boosters. Al infiltrarse en las capas superficiales de la piel, atrae y retiene moléculas de agua, mejorando la hidratación, la elasticidad, la luminosidad y la textura general de la piel.
- Estructuración y definición de contornos. El ácido hialurónico de mayor densidad permite redefinir los contornos faciales, especialmente la línea mandibular y el perfil nasal, proporcionando una mayor definición y equilibrio a los rasgos sin recurrir a procedimientos invasivos.
- Bioestimulación dérmica. Algunos tipos específicos de ácido hialurónico tienen la capacidad de estimular la actividad de los fibroblastos, las células encargadas de la producción de colágeno y elastina. Esto se traduce en una mejora progresiva de la firmeza y la calidad de la piel, con un efecto tensor a largo plazo.
La decisión sobre cuál utilizar debe basarse en un diagnóstico preciso y en los objetivos específicos de cada paciente, buscando siempre el equilibrio entre la eficacia del tratamiento y la naturalidad del resultado
¿CÓMO ELEGIR EL ÁCIDO HIALURÓNICO CORRECTO?
La elección del tipo de ácido hialurónico es crucial para alcanzar los objetivos deseados con naturalidad y durabilidad. La Dra. Galera distingue entre:
- Ácido hialurónico reticulado. Presenta una estructura molecular más densa y cohesionada, lo que le confiere una mayor firmeza y durabilidad. Se utiliza principalmente para crear volumen y estructura en zonas como los pómulos, el mentón y la nariz, aplicándose en planos más profundos de la piel para obtener resultados más duraderos.
- Ácido hialurónico no reticulado. Su estructura más fluida y ligera permite una rápida reabsorción. Se utiliza fundamentalmente para hidratar en profundidad la piel y mejorar su calidad mediante técnicas como la mesoterapia o los skin boosters.
La decisión sobre cuál utilizar debe basarse en un diagnóstico preciso y en los objetivos específicos de cada paciente, buscando siempre el equilibrio entre la eficacia del tratamiento y la naturalidad del resultado. La clave para evitar resultados artificiales radica en la moderación, la planificación individualizada y el respeto por la armonía facial. La elección de un profesional con un profundo conocimiento de la anatomía facial, un criterio estético equilibrado y la habilidad para seleccionar la técnica y el producto adecuados es fundamental para garantizar un resultado natural y satisfactorio.