El confinamiento ha pasado factura a todos apareciendo ojeras, finas arrugas y miradas de cansancio como consecuencia del estrés y ansiedad provocada por esta situación.
Tal y como señala la doctora Mª Ángeles López Marín, directora del Centro Médico Rusiñol, ''el estrés afecta a la piel acelerando los procesos que llevan a la aparición y/o acentuación del envejecimiento, especialmente en los ojos, que cuenta con una piel especialmente delicada puesto que es 5 veces más fina''.
Y ahora, más que nunca, han sido muchos los pacientes que ''han acudido a nuestra clínica preocupados por la aparición de las ojeras cuarteadas y muy marcadas, así como la aparición de patas de gallo y arrugas en el entrecejo. Cuando estamos estresados, tendemos a contraer los músculos de alrededor de los ojos marcándose estas zonas y, por tanto, apareciendo las arrugas'', recalca la doctora.
La preocupación de esta zona, además, se ha visto acrecentada por ser prácticamente la única área visible y, por tanto, cuyas carencias se acentúan aún más.
El confinamiento ha pasado factura a todos apareciendo ojeras, finas arrugas y miradas de cansancio
''El contorno de los ojos posee una menor cantidad de colágeno y elastina. Ambas sustancias en combinación con el ácido hialurónico, producido por el propio organismo, son las responsables de mantener la firmeza y luminosidad en esta zona, y que se pierde con el paso de los años'', apunta la doctora. Eso sin olvidar que ''esta área posee menor número de glándulas sebáceas provocando que la piel se vuelva más seca y con menor elasticidad'', añade.
Como solución, López Marín recomienda la aplicación de ácido hialurónico, ''cuya producción va disminuyendo con el envejecimiento y que cuenta con las propiedades necesarias para hidratar profundamente la piel, y devolver la producción de colágeno y elastina perdida''.
Y en caso de que las bolsas en los ojos sean causadas por la mala circulación, ''a través de la carboxiterapia inyectamos CO2 a la zona llevando a cabo la apertura de los capilares arteriales con el fin de que llegue más sangre oxigenada a la zona''.
En el caso de las arrugas del entrecejo y patas de gallo, la mejor opción es la toxina botulínica que ''disminuye la capacidad de contracción del músculo, relajándolo y haciendo desaparecer las arrugas producidas por el aumento de la contracción muscular'', subraya la doctora.
En cualquier caso, ''es importante llevar a cabo un diagnóstico previo del paciente para poder valorar cuáles son sus necesidades, y, por tanto, recomendar el mejor tratamiento'', finaliza.