Las zonas más comunes de aparición son las mejillas, la narizy la barbilla, aunque puede afectar a cualquier parte del rostro o el escote.
"Suele formarse como enrojecimiento o en forma de tela de araña y en ocasiones puede ser una primera fase de la rosácea"
Según explica el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral, a Estetic.es, "se desconoce una causa exacta, pero existen múltiples factores que contribuyen a su desarrollo. Entre los que hemos estudiado se encuentran la herencia genética, enfermedades como la rosácea y la dermatitis, los cambios bruscos de temperatura, el tabaquismo y el alcohol, el estrés, las bebidas estimulantes, la utilización de algunos medicamentos que contienen corticoides y la llegada de la menopausia en las mujeres".
Cualquier persona puede presentar unas pequeñas venitas en la cara en algún momento de su vida, pero según explica el especialista, suele ser un hecho temporal que pasa con la llegada de temperaturas templadas, una hidratación mayor de la zona afectada y el uso de cremas para pieles sensibles.
"Eso sí, si vemos que pasa el tiempo y las rojeces permanecen o incluso han aumentado su extensión y se acentúan de forma importante con la exposición solar, los cambios de temperatura o la digestión, es momento de acudir a un dermatólogo para que haga una valoración y en caso de ser cuperosis, poner tratamiento", establece el doctor Sánchez Viera.
Por otra parte, detalla también que en algunos casos la cuperosis puede ser uno de los primeros síntomas de la rosácea (telangiectasias, granitos, pústulas y enrojecimientos repentinos y pasajeros), aunque no todos los pacientes pasan de esta primera fase. "En el caso de que si se trate de la enfermedad, se trata del momento en el que es más controlable que cuando empiezan a aparecer más síntomas".
"Lo que aconsejamos los dermatólogos para su prevención es mantener unos cuidados diarios con cosméticos específicos para cada tipo de piel y mantener un estilo de vida saludable"
En cuanto al tratamiento, este dependerá del grado de severidad de la cuperosis. La utilización de cremas con agentes que ayudan a disminuir el riego sanguíneo en la zona afectada tienen una eficacia limitada, por lo que a veces puede ser necesario recurrir al uso de antibióticos tópicos u orales para controlar los brotes.Sin embargo, el tratamiento idóneo para acabar con la cuperosis es la utilización de láseres vasculares, como el KTP o el PDL, que actúan directamente sobre los vasos dilatados haciendo que desaparezcan.
PERFIL DEL PACIENTE
Las mujeres son los pacientes más afectados por la cuperosis. A este respecto, el doctor establece que "el perfil habitual suele ser una mujer entre los 35 y los 65 años de edad. En los hombres es menos usual y su aparición suele centrarse en la zona de la nariz".
¿CÓMO PODEMOS PREVENIRLA?
Al desconocerse la causa exacta de su aparición, "lo que aconsejamos los dematólogos", concluye el doctor Sánchez Viera, "es mantener unos cuidados diarios con productos específicos para cada tipo de piel, ya sea seca, mixta o grasa, y mantener unos hábitos de vida saludables."
De esta manera, dejar de fumar, protegerse del sol con un SPS alto, hidratar la piel adecuadamente y beber agua podría ayudar a prevenir la cuperosis.También es aconsejable hacerse revisiones dermatológicas periódicas, ya que son la mejor arma para detectar posibles afecciones de la piel en sus primeros momentos y recibir el consejo médico desde el primer instante.
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