Dermoplastia, ¿qué es y para qué sirve?

La celulitis consiste en el enemigo permanente del género femenino. Resulta que el 90% de las mujeres sufre o sufrirá la conocida como piel de naranja en su cuerpo. Se trata de la acumulación de grasa en el tejido adiposo que se suele asentar en el abdomen, las caderas, los muslos y los glúteos.

Este problema tan común es debido a los desequilibrios hormonales, dietas ricas en grasas y la falta de ejercicio que desencadenan, a su vez, la acumulación de grasa, agua y toxinas.

Sin embargo, la eterna lucha femenina contra los hoyos que se producen en la piel presenta nuevas soluciones y cada vez más innovadoras... Es el caso de la dermoplastia, un tratamiento basado en ondas acústicas de choque combinado, en algunas ocasione, con presoterapia y mesoterapia.

Una alternativa no tan conocida, pero que se vende como la solución para eliminar hasta 8 centímetros de volumen eliminando la grasa localizada y tensando la flacidez de la piel.

El tratamiento consiste en la introducción de estas ondas acústicas en la zona a tratar fraccionando los nódulos de grasa que generan la celulitis y provocando su rotura.

El resultado consiste incluso, en una remodelación corporal parecida a la que conseguiríamos a través de una intervención quirúrgica, pero sin la necesidad de pasar por el quirófano y de una manera no invasiva para el paciente. Además, como decimos, también se apreciará una mayor firmeza, suavidad y tersura de la piel.

¿El problema? Como casi siempre, el precio. Al requerirse varias sesiones, un tratamiento de dermoplastia cuesta en tono a los 1.000-1.200 euros, aunque también se pueden encontrar diversas promociones en la red en las que varias clínicas ofrecen sus packs de sesiones a un precio más económico.

Eso sí, aunque finalmente nos decantemos por esta técnica por su aparente efectividad y sus ventajas adicionales, seguirá siendo imprescindible llevar una dieta sana y equilibrada con un control específico en la ingesta de grasas, así como practicar ejercicio físico de forma regular si queremos que la tediosa piel de naranja no vuelva a visitarnos...


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