Desde hace un tiempo, una nueva preocupación resuena en conversaciones cotidianas y en el mundo del cuidado personal: la inflamación. Frases como "me siento inflamada" o "tengo la cara hinchada" se han vuelto habituales, marcando el inicio de lo que los expertos denominan la era del "inflamaging". Este término, acuñado para describir un proceso inflamatorio crónico de bajo grado, va mucho más allá de la hinchazón visible o de la dificultad para abrocharse el pantalón. Tal como explican las expertas, el 'inflamaging' se ha convertido en un factor clave en el envejecimiento prematuro de nuestra piel, un proceso silencioso que deteriora su salud sin que apenas nos demos cuenta.

Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, señala que aunque la inflamación se asocia comúnmente con la retención de líquidos, su impacto en la piel es mucho más profundo. Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, coincide en que este fenómeno está intrínsecamente ligado a la forma en que nuestra piel envejece. Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, profundiza en el concepto, definiendo el 'inflamaging' como un proceso de inflamación de bajo grado que puede cronificarse, acelerando el envejecimiento y contribuyendo al deterioro tanto de la piel como del organismo en general.

El 'inflamaging' se ha convertido en un factor clave en el envejecimiento prematuro de nuestra piel, un proceso silencioso que deteriora su salud sin que apenas nos demos cuenta

La teoría de la inflamación como principal motor del envejecimiento cutáneo tiene un nombre propio: el Doctor Perricone, fundador de la firma homónima. Reconocido como el "padre de la teoría de la inflamación", fue pionero en señalar cómo la mayoría de los signos de la edad, como arrugas y pérdida de elasticidad, surgen a raíz de procesos inflamatorios. Estos procesos, en gran medida, están propiciados por factores como el estrés, una alimentación deficiente y un estilo de vida poco saludable, tal como subraya Mireia Fernández.

¿CÓMO AFRONTAR LA SITUACIÓN?

Para combatir esta creciente preocupación, las expertas insisten en la importancia de un enfoque holístico. Raquel González introduce la "regla del 70-30", donde el 70% del cuidado de la piel proviene de la alimentación y la suplementación dermocosmética, mientras que el 30% restante se atribuye a la cosmética tópica. Esta regla subraya la máxima de que somos, en gran medida, lo que comemos.

La conexión entre alimentación y salud cutánea es innegable. Mireia Fernández afirma que el estado de nuestra piel depende en un 70% de lo que ocurre en nuestro interior, no solo de los tratamientos externos. Una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega, vitaminas y minerales es fundamental para combatir la inflamación y promover una piel saludable, como explica Sole Urrutia. La directora nutricional añade que los nutrientes adecuados tienen un impacto directo en la apariencia cutánea, reduciendo la inflamación y mejorando su aspecto general.

Sin embargo, alcanzar la ingesta óptima de estos nutrientes a través de la dieta no siempre es sencillo. Es aquí donde la suplementación dermocosmética juega un papel crucial. Sole Urrutia sugiere que suplementos de omegas pueden ayudar a desinflamar el organismo, mientras que los probióticos pueden fortalecer la estructura de la piel y equilibrar la microbiota, mejorando incluso problemas como el acné.

Aunque la nutrición y la suplementación son pilares fundamentales, la cosmética tópica sigue siendo un complemento esencial en la lucha contra el 'inflamaging'

Aunque la nutrición y la suplementación son pilares fundamentales, la cosmética tópica sigue siendo un complemento esencial en la lucha contra el 'inflamaging'. Raquel González explica que los productos que aplicamos representan el 30% del estado de nuestra piel, actuando como una barrera protectora y aportando ingredientes que combaten los signos del envejecimiento y la inflamación desde el exterior.

Para contrarrestar la inflamación visible y silenciosa, Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour, recomienda cosméticos que calmen y equilibren la piel. Fórmulas que potencien la hidratación sin obstruir los poros y que contengan ingredientes calmantes como omegas, niacinamida o centella asiática pueden marcar una diferencia significativa. Además, aquellos productos que favorecen una microbiota cutánea saludable, con probióticos, o que fortalecen la función barrera de la piel también son aliados importantes en la prevención y el tratamiento del 'inflamaging'.

La batalla contra el 'inflamaging' requiere un enfoque integral que combine una alimentación consciente y rica en nutrientes, la suplementación dermocosmética adecuada y el uso de cosméticos específicos. Entender que la inflamación silenciosa es un factor clave en el envejecimiento de nuestra piel es el primer paso para adoptar hábitos y rutinas que nos permitan lucir una piel más joven y saludable a largo plazo.

*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.