La importancia de cuidar los pies en los meses de invierno

En esta época del año, lejos de lo que se pueda pensar, nuestros pies necesitan atención y un cuidado especial.

En invierno, con la llegada del frío y las bajas temperaturas, nos olvidamos de cuidar los pies
En invierno, con la llegada del frío y las bajas temperaturas, nos olvidamos de cuidar los pies
Estetic
23 enero 2019 | 22:00 h

En invierno, con la llegada del frío y las bajas temperaturas, nos olvidamos de cuidar los pies, esta parte tan importante de nuestro cuerpo que para los griegos era símbolo de belleza y para la cultura helena era símbolo de la fuerza, del temple, y la base de toda acción.

Y es que, en esta época del año, lejos de lo que se pueda pensar, nuestros pies necesitan atención y un cuidado especial. Por ello, desde Barceló Hotel & Resorts nos dan cinco claves para que el invierno no dañe nuestros pies. ¡Apunta!

1. El tipo de calcetín sí importa. Para no dificultar la circulación de la sangre y mantener el calor, el calcetín debe ser de lana o algodón, y no debe apretar. Además, dadas las horas que pasamos sentados en el trabajo, es recomendable evitar cruzar las piernas durante mucho tiempo y que realicemos ejercicios específicos con ellos con el objetivo de mantener una temperatura adecuada y mejorar la circulación. Uno de ellos puede ser mover los dedos encogiéndolos y estirándolos y también moverlos haciendo círculos con los tobillos.

2. Si eres runner y/o amante de los deportes de invierno. Es importante que prestes especial atención a la forma de andar y correr, pues con las bajas temperaturas se intensifica la facilidad para lesionarse. Antes de salir de casa asegúrate de que llevas unos calcetines finos y elaborados con materiales específicos para evitar rozaduras, ampollas y para mantener los pies secos y con una temperatura adecuada. Cuando termines de realizar deporte se recomienda que los sumerjas en agua fría y después en agua tibia para estimulan la circulación.

3. No te olvides de secarte los pies. Solemos pasar por alto esta parte de nuestro cuerpo cuando se trata de secarnos después de una ducha, y creemos que con poner los pies en la alfombrilla es suficiente. Si queremos evitar humedad y hongos tenemos que secarlos en profundidad, insistiendo entre los dedos y las uñas. Tampoco podemos olvidarnos de hidratarlos, y debemos hacerlo por la noche, unos minutos antes de acostarnos, para que la crema pueda hacer correctamente su función.

4. ¡Si a los 'flats', pero con algo de tacón! Los zapatos planos son un 'must', pero la realidad es que al igual que sucede con los tacones, no son los más recomendados para utilizar a diario. No se trata de olvidarse de ellos por completo, sino de escogerlos con algún centímetro de tacón, evitando siempre que sean estrechos, y de alternarlos con otros zapatos más confortables como unas botas o botines.

5. Un merecido relax. Las terminaciones nerviosas de tus pies, que no son pocas precisamente, están conectadas con diversas partes de tu cuerpo, por lo que estimularlas a través de un masaje trae distintos beneficios a tu salud. Una de las técnicas que ha ganado gran popularidad por su efecto sanador es la reflexología, una disciplina milenaria que reduce el estrés y la ansiedad.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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