Tú y yo lo sabíamos y la Ciencia confirma nuestras sospechas: mantener un estado de ánimo positivo influye, y mucho, en la belleza de nuestra piel. La razón de esta respuesta está en la telomerasa, enzima responsable del envejecimiento celular que guarda un vínculo directo con nuestras emociones.
''Toda emoción se produce por un desencadenante químico de neuropéptidos y la piel tiene una gran cantidad de receptores de los mismos. Este es el motivo por el que nuestra filosofía de marca considera la actitud como un ingrediente más en nuestra gama'', explica Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de la firma española natural Alice in Beautyland.
Mantener un estado de ánimo positivo influye, y mucho, en la belleza de nuestra piel
En este sentido, la psicodermatología es la especialidad médica encargada de estudiar la relación entre mente-piel. Nuestra piel reacciona más de lo que imaginamos ante distintas situaciones. Un ejemplo muy visible es cuando nos ruborizamos, una reacción producida por un aumento de adrenalina que provoca una dilatación de los vasos sanguíneos del rostro, o cuando se nos pone la piel de gallina, otra respuesta ligada intrínsecamente a la emoción.
''En el caso de percibir una situación de estrés como amenaza, los vasos sanguíneos de nuestro cuerpo se estrechan, los niveles de cortisol o la hormona del estrés, se elevan y se reduce la producción de queratinocitos, fibroblastos y colágeno de la piel de forma muy notable. La piel se vuelve más apagada y fina, y el sistema inmune se vuelve más irritable, más susceptible a reaccionar ante sustancias con las que en otro momento no tendría mayor problema'', señala Eva Raya.
Pero si el estrés se percibe como un desafío, se produce el efecto contrario, el cortisol se equilibra y los telómeros se alargan. Es decir, que todo ello significa que la actitud sí importa e influye en el estado de nuestra piel.