La piel deshidratada no es lo mismo que la piel seca: tratamientos para ponerle fin

Piel seca y deshidratada tienen que ver, pero no son lo mismo. Mantener los niveles de hidratación es esencial de cara a mantener la salud de la barrera de la dermis y de nuestro organismo.

Mujer hidratando su piel con una crema (Foto. Freepik)
Mujer hidratando su piel con una crema (Foto. Freepik)
26 marzo 2024 | 22:00 h

Todos los expertos coinciden en la importancia de cuidar de la hidratación de la piel. La razón reside en la composición del cuerpo humanos, aproximadamente un 65% de nuestro peso corporal es agua y es esencial para el funcionamiento normal del cuerpo.

La capa externa de la piel, el estrato córneo (SC) es el responsable de proteger a la piel de la deshidratación, radiación solar y otros factores físicos y químicos externos. En unas condiciones normales, el contenido de agua en el SC de una piel joven es alrededor del 10 o 20% de todo el contenido de agua del organismo.

Aunque es el SC el que regula la hidratación de la piel, la dermis es la capa que mayor cantidad de agua tiene, un 70%. La piel es un reservorio de agua que otros órganos necesitan y facilita los intercambios con el exterior ya que el agua difunde desde la dermis a la superficie pasando por las distintas capas. Este viaje del agua se conoce como “Pérdida de agua transepidérmica (TEWL)”.

Gracias a la actividad del estrato córneo, este forma una barrera de hidrolipídica (grasa y agua) en su superficie. Cuando esta barrera se altera, la pérdida del agua se acelera y provoca una sequía de la piel porque el agua de la dermis deja de circular a la epidermis.

Hay algunos factores que pueden influir en provocar una piel deshidratada:

FACTORES ENDÓGENOS

  • Herencia (dermatitis atópica)
  • Cambios hormonales
  • Enfermedades (psoriasis, diabetes)
  • Eliminación anormal de agua (quemaduras)
  • Medicamentos (diuréticos, isotretinoína, etc.)
  • Edad avanzada.

FACTORES EXÓGENOS 

  • Agresiones climáticas y domésticas: calor, rayos UV, sequedad, calefacción, viento, aire acondicionado, sol, contaminación, etc.
  • Agresiones químicas: detergentes, disolventes, productos alcalinos (jabones, depilatorios), cosméticos inadecuados, higiene excesiva, etc.
  • No ingerir suficiente agua
  • Estrés o cansancio
  • Malos hábitos como el tabaco o el alcohol
  • Exposición a entornos con niveles bajos de humedad.

 Aproximadamente el 65% del peso corporal total es agua

Los cambios del agua en la piel tienen un importante impacto en la dermis. Y la deshidratación puede ser un síntoma puntual que tiende a presentarse ante un desequilibrio en la cantidad de agua contenida en el estrato córneo, pero es reversible.

Si el nivel de agua está por debajo del 10% y se altera la función de la barrera, podemos observar un cambio en la textura y calidad de la tez: fragilidad, aspereza, tirantez, escamas, arrugas finas, escozor e incluso picor.

La piel seca suele ser confundida con la deshidratada. No obstante, esta última carece de agua y la piel seca es un tipo específico de piel que en realidad carece de componentes grasos. Las pieles grasas suelen tener más predisposición a sufrir de deshidratación, aunque también puede suceder en pieles grasas.

TRATAMIENTOS RECOMENDADOS

Hay algunos tratamientos pensados para recuperar los niveles del agua y rehidratar las pieles. Desde las Clínicas Mira+Cueto recomiendan sus tratamientos médico-estéticos en cabina para equilibrar, renovar e hidratar desde la superficie, lo que nos permite mejorar las condiciones cutáneas en profundidad.

  • Tratamientos dermocosméticos: Vacuumterapia, crioteapia, electrodos de alta frecuencia, electroporación, máscara LED, microdermoabrasión con punta de diamante y electroestimulación muscular
  • Mesoterapias: La depositación de todo tipo de activos hidratantes desde  ácido hialurónico, sustancias antioxidantes, vitaminas y aminoácidos para devolver la vitalidad a la cara.
  • Peelings químicos: Para las pieles apagadas u sensibles, algunos tratamientos con ácido láctico pueden ser muy beneficiosos.
  • Nutricosmética: Los suplementos ayudan a mantener la integridad de la barrera lípida. Destacan algunos activos como el Omega o la Vitamina C para reducir el estrés oxidativo de la piel.
Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.