El proceso consiste en aplicar una capa base, dos capas de color y finalmente, otra capa para dar brillo y proteger el color. Hasta aquí bastante parecida a la manicura tradicional. ¿La gran diferencia? Cada una de estas capas se seca por separado mediante una lámpara de rayos UVA que consigue a su vez que la durabilidad sea tan larga.
Sin embargo, no todo podía ser "de color de rosa" y es que recientemente se han llevado a debate en distintos congresos de Dermatología, los posibles riesgos que esta técnica puede acarrear a la salud de la piel y de la uña.

“Para poder endurecer el material acrílico que se coloca sobre la uña se suelen usar pequeñas máquinas o lámparas de rayos ultravioleta que con el calor fortalecen la manicura, pero que a la larga provocan también daños en la dermis que ya se está viendo que pueden provocar cáncer de piel”, establece la doctora Cristina de Hoyos. De esta forma contamos un segundo problemamás grave en el proceso de secado.
“En EE.UU ya se conocen casos de mujeres que recurren habitualmente a este tipo de manicuras y que se han tenido que quitar algún tumorcito de piel debido a las lámparas de rayos UVA que se usan para ese proceso”, asegura la doctora.

En cuanto al retirado del esmalte permanente entramos ya en el tercer problema, mediante el cual según la doctora, nos introducimos ya en un círculo vicioso: “como la uña ha perdido dureza y está blanda, al limar el material muchas veces se llega a perder no solo la primera capa de la uña, sino que se llega a perder por completo la capa ungüeal de la uña”. En estos casos, la capa ungüeal se va con el esmalte y hay que esperar a que la uña se regenere por completo.

La doctora no recomienda este tipo de manicura más de una vez cada tres o cuatro meses para un evento o alguna ocasión especial, pero insiste en que abusar de ella yhacérsela muy a menudo puede llegar a ser peligroso para la piel y la salud de la uña.
Porque tú eres lo más importante… Estetic.es