La demanda de injertos capilares crece a un ritmo vertiginoso y los españoles se encuentran entre los primeros del ranking europeo, ya que es el segundo país con más calvos de Europa, después de la República Checa.
Por esta razón, el atractivo precio del trasplante capilar en Turquía lleva cada año a miles de españoles al país turco. Y es que, el precio puede resultar cautivador ya que suele oscilar entre los 1.5000 y 3.000€ e incluye el billete de avión, el hotel y el propio tratamiento. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece. Por ello, desde Clínica Opción Médica quieren dejar constancia de algunos de los riesgos que puede comportar al paciente.
RAZONES QUE PUEDEN COMPORTAR UN RIESGO EN EL PACIENTE
-La primera visita médica, con la valoración del especialista es la que debe determinar la técnica más apropiada para cada paciente. En caso de realizarse el tratamiento en Turquía la primera cita es a través de una fotografía o, en el mejor de los casos, vía ''skype''. Así no puede determinarse médicamente cuál es la mejor solución para cada paciente y puede comportar una indicación errónea de procedimiento. Además, no conoces al cirujano plástico hasta justo antes de iniciar la cirugía y siempre es positivo saber con quién te vas a operar previamente.
-El viaje que incluyen estos packs ''low cost'' es relativamente corto y normalmente el día posterior o como máximo dos días después de la cirugía tienes que emprender el camino de vuelta en avión, este medio no es el más recomendable después de realizarse una cirugía, ya que los cambios de presión y el trasiego no propician la mejor situación para un postoperatorio.
-Después de someterse a una intervención de este tipo, es poco probable pero, puede surgir alguna complicación. Lo mejor siempre es tener cerca al especialista para que pueda valorarlo personalmente y actuar así como es debido. Además, ¿y si se necesita una segunda intervención? Tienes que volver a viajar a Turquía y lo barato acaba saliendo mucho más caro.
-En muchos casos nos encontramos frente a técnicos que carecen de la formación adecuada, no son cirujanos plásticos cualificados. En Turquía el paciente no puede elegir el médico, los centros son predeterminados y pueden ser o no ser buenos.