Cómo cuidar las cicatrices tras una cirugía de pecho

En las cirugías de pecho el cirujano plástico realiza una serie de incisiones que dependen del resultado que se quiere obtener con la cirugía.

Cirugía de pecho (Foto. Freepik)
Cirugía de pecho (Foto. Freepik)
Estetic
13 abril 2021 | 12:00 h

En las cirugías de pecho el cirujano plástico realiza una serie de incisiones que dependen del resultado que se quiere obtener con la cirugía. Aunque cada cuerpo cicatriza de manera diferente, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones que facilitarán el proceso de cicatrización y pueden ayudar a minimizar la visibilidad de la cicatriz.

El doctor Eduardo Avilés, cirujano plástico de Clínica FEMM, indica que en función de la cirugía habrá que realizar diferentes incisiones. Si estamos ante un aumento de mamas, tendremos una incisión debajo del pliegue inferior de cada pecho o en cada areola, según la forma en que el cirujano decida introducir la prótesis.

En el caso de recambio de prótesis o explantación, generalmente se suele volver a utilizar la misma vía de acceso que en la cirugía en la que se pusieron las prótesis. Si se trata de una mastopexia (elevación de pecho), en casos leves se puede hacer modelando la zona de la areola, por lo que existirán dos cicatrices circulares; en pechos muy caídos es probable que haya también una cicatriz vertical que va desde la areola al pliegue inferior del pecho.

En las cirugías de pecho el cirujano plástico realiza una serie de incisiones que dependen del resultado que se quiere obtener con la cirugía

Esta incisión vertical también será necesaria en los casos en los que la paciente solicite una reducción de mamas.

TRES ASPECTOS FUNDAMENTALES PARA LA CICATRICACIÓN TRAS LA CIRUGÍA

''Es importante saber que la cicatrización depende en gran medida del paciente. No solo hablamos de la diferente calidad de la piel de cada persona y de su manera de cicatrizar. También tiene que ver con cómo la paciente cuida sus cicatrices tras la cirugía'', señala el doctor Avilés.

Una de las primeras actuaciones fundamentales para conseguir los mejores resultados es precisamente no actuar. Tras la cirugía de pecho, hay que evitar todo tipo de esfuerzos durante el tiempo que el cirujano determine, aunque generalmente suele ser de una semana.

Todo tipo de esfuerzos significa desde los más acusados a los más sencillos. Por ejemplo, sacar a pasear a la mascota, coger algo de un mueble situado por encima de la cintura, vestirse por la cabeza, empujar una silla… Cualquier movimiento que requiera la intervención del tren superior debe evitarse durante esos primeros días, pues generan tensión en la piel y eso puede afectar al cierre de la cicatriz. A partir de esa primera semana es muy probable que el cirujano plástico indique si se puede ir realizando alguna actividad sencilla, como empezar a cocinar.

Progresivamente, poco a poco, la paciente podrá recuperar movimientos y retomar el día a día. Pero lo fundamental de esta ''no acción'' es evitar por todos los medios que se tire de la piel. La piel tirante impide que la cicatriz cierre adecuadamente pues, aunque hay puntos de sutura, estos no podrán cumplir su función de manera adecuada si se somete esa zona a situaciones de presión.

Una vez que los puntos comiencen a caer y siempre siguiendo las indicaciones del cirujano plástico, se podrá comenzar a aplicar rosa mosqueta en formato crema o aceite

Otro de los factores importantes de estas primeras semanas es el uso de productos que favorezcan el cierre de la cicatriz y la regeneración de la piel. Inicialmente, los primeros días el cirujano plástico recomendará antisépticos como Betadine para evitar infecciones. También hay ocasiones en las que se recomienda el uso de tiras adhesivas de ácido hialurónico.

Una vez que los puntos comiencen a caer y siempre siguiendo las indicaciones del cirujano plástico, se podrá comenzar a aplicar rosa mosqueta en formato crema o aceite. La rosa mosqueta es un excelente reparador y regenerador de la piel; de hecho, su uso se puede extender durante los meses posteriores a la cirugía, aunque ya la cicatriz esté cerrada, para favorecer la flexibilidad de la piel y minimizar la marca.

Tercer factor, pero no menos importante, protegerlas del sol. El doctor Avilés incide que ''no nos referimos solo a llevarlas tapadas, sino a que tengamos en cuenta qué tipo de tejido estamos utilizando para cubrirlas, pues el entramado del tejido, el grosor del hilo y tipo de tinte pueden dejar pasar la radiación solar en mayor o menor medida''.

Por ejemplo, el entramado menos tupido es el lino, por lo que se debe evitar utilizar en primavera o verano o llevar otra prenda debajo que impida pasar la radiación. Por oposición, el entramado que proporcionar mayor protección es el algodón, siempre teniendo en cuenta que no esté desgastado por los lavados, en cuyo caso su trama sería menos tupida.

Asimismo, si la cirugía es reciente y la paciente se desplaza a la playa o la piscina, es importante que cubra las cicatrices con tiras adhesivas de ácido hialurónico o rosa mosqueta durante el tiempo en que esté con el traje de baño y expuesta al sol.

La crema solar se puede utilizar una vez que se hayan caído los puntos y las costras estén secas; si se aplica con la frecuencia indicada por los especialistas y se utiliza la ropa adecuada, la cicatriz estará perfectamente protegida.

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