Dermatitis atópica: síntomas, diagnóstico y pautas para tratarla

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel característica de la infancia, pero que también puede darse en la adolescencia y edad adulta.

Alertan sobre los brotes del virus respiratorio sincitial (Foto. Freepik)
Alertan sobre los brotes del virus respiratorio sincitial (Foto. Freepik)
Estetic
14 septiembre 2021 | 10:00 h
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Hoy, 14 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel característica de la infancia, pero que también puede darse en la adolescencia y edad adulta. De hecho, según la Academia Española de Dermatología y Venereología, se estima que la prevalencia de la dermatitis atópica se sitúa entre el 5-20% de la población general y en torno al 15-20% en niños y adolescentes.

El síntoma más característico de esta enfermedad es el picor, que puede llegar a ser muy intenso. También pueden darse lesiones de enrojecimiento, inflamación y descamación en diferentes partes del cuerpo (mejillas, cuello, pies, parte externa de los brazos, muslos y pies).

Se estima que la prevalencia de la dermatitis atópica se sitúa entre el 5-20% de la población general y en torno al 15-20% en niños y adolescentes

Tal y como destacan desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica, aunque estos síntomas no revistan gravedad, sí pueden llegar a ser muy molestos y limitantes. Por ejemplo, el picor puede producir irritabilidad, malestar o alteraciones del sueño. Las lesiones, por su parte, pueden llegar a provocar dolor.

El diagnóstico de la dermatitis se basa en la historia clínica del paciente: síntomas, duración, antecedentes familiares o personales… Es decir, no existe una prueba como tal que diagnostique la enfermedad.

Para tratar la dermatitis, se deben adoptar algunas medidas generales. La Asociación Española de Pediatría aconseja evitar todas las situaciones o elementos que provocan el purito, como el calor, la sequedad ambiental o el contacto con algunas fibras. También aconseja llevar una higiene adecuada, sin excederse con el jabón y el agua; y realizar duchar cortas, con el agua no muy caliente. Asimismo, se recomienda aplicar una crema emoliente en todo el cuerpo.

También se puede recurrir a un tratamiento médico tópico, basado en el uso de corticoides locales y de inhibidores de la calcineurina, destinados a reducir la inflamación y el picor.

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