El 45% de las madres sufre caída del cabello después del parto

Durante los nueve meses de gestación se producen cambios derivados de la presencia de sustancias endógenas que influyen en el ciclo del folículo piloso.

Para tratar el cabello graso es recomendable utilizar un champú neutro (Foto. Freepik)
Para tratar el cabello graso es recomendable utilizar un champú neutro (Foto. Freepik)
Estetic
11 octubre 2019 | 22:00 h

Durante el embarazo el pelo cambia debido a la presencia de sustancias endógenas que influyen en el ciclo del folículo piloso provocando cambios que, tal y como señalan desde MC360, clínica especializada en salud capilar, aumentan a medida que avanza la gestación.

Así, en el primer trimestre del embarazo la acción de la progesterona suele generar un cabello un poco más debilitado, con menos brillo y que se cae con más facilidad, mientras que, con el incremento de los estrógenos, a partir del segundo trimestre, mejorará la salud capilar y se retardará la caída espontánea diaria del pelo. Será, sobre todo, a partir del último trimestre de la gestación, con el incremento en los niveles de estriol, un tipo de estrógeno, cuando se evidencie de manera aún más clara dicha mejoría.

Tras dar a luz, el 45% de las madres experimenta el efluvio telógeno del posparto que hace referencia a la caída del cabello que suele producirse de forma más acusada a partir del segundo mes después del parto dado el déficit de ciertos oligoelementos y micronutrientes, así como por la disminución del nivel de progesterona y el aumento del cortisol.

En el primer trimestre del embarazo la acción de la progesterona suele generar un cabello un poco más debilitado, con menos brillo y que se cae con más facilidad

Para mantener una buena salud capilar, el director médico de MC360, el doctor Pablo Naranjo, aconseja evitar el abuso de acondicionadores o tratamientos anticaída, ya que algunos de sus componentes podrían ser perjudiciales durante los nueve meses de gestación.

''Para tratar el cabello graso es recomendable utilizar un champú neutro, mientras que para el pelo seco se hará uso de un champú con efecto reparador pudiéndose aplicar, también, tras el lavado, una mascarilla'', señala Naranjo.

Respecto a los tratamientos capilares, nunca se han efectuado tests específicos en mujeres embarazadas que evidencien la aparición de efectos secundarios relacionados, por ejemplo, con el uso de tintes. A pesar de ello, los tratamientos de alisado permanente sí están desaconsejados porque tienen en su composición sustancias no recomendadas, así como el moldeado que también está contraindicado debido a que puede alterar la estructura del cabello.

Con el fin de evitar dicha caída del pelo, el doctor Naranjo destaca que ''es conveniente ingerir alimentos ricos en biotina, arginina, metionina, cistina, vitamina B6, Vitamina E, hierro, calcio, yodo y zinc''. La botina se encuentra en el arroz integral, cereales, pescado, yema de huevo y frutos secos. Por su parte, la arginina se localiza en la carne de aves, lácteos, pescados, semillas de girasol, nueces y avellanas.

A su vez, la metionina está presente en carnes, pescados, huevos, cereales y semillas de sésamo y la cistina se encuentra en carne de cerdo, carne de ave, lácteos, brócoli, avena y germen de trigo.

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