Esto es lo que experimenta tu cuerpo cuando sufres estrés

El corazón, el aparato digestivo, los músculos, la piel o el cabello son, entre otros, alguno de los afectados por el estrés.

El estrés produce muchos cambios en el estado de ánimo
El estrés produce muchos cambios en el estado de ánimo
Estetic
7 febrero 2019 | 22:00 h
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Decaimiento, irritabilidad, cambio de carácter... esos son algunos de los cambios asociados al estado de ánimo que produce el estrés, pero existe una realidad más peligrosa y son aquellos síntomas que afectan al estado fisiológico de una persona sometida a un continuo estado de estrés y ansiedad.

En este sentido, según los centros Nascia, especializados en el tratamiento para el estrés, uno de de los órganos que puede verse afectado como consecuencia del estrés es el corazón. Las alteraciones y patologías cardíacas que el estrés puede causar son diversas, como por ejemplo las taquicardias o la hipertensión.

Pero no solo el corazón sufre sus efectos. El estrés también afecta al aparato digestivo y puede provocar trastornos estomacales dispares. Favorece la aparición de patologías como colon irritable, estreñimiento, dispepsias, reflujo, ardor de estómago, etc. También puede ocurrir que existan procesos infecciosos a nivel digestivo puesto que el estrés influye de forma negativa en el sistema inmunitario del organismo.

Las alteraciones y patologías cardíacas que el estrés puede causar son diversas, como por ejemplo las taquicardias o la hipertensión

Por otro lado, la tensión muscular que produce el estrés se centra en la mandíbula, músculos que rodean ojos y boca, los del cuello y los de la espalda. La falta de movimiento contribuye a empeorar este estado general. Al experimentar emociones negativas por estrés tendemos a tensar los músculos temporomandibulares y faciales. Se preparan como un efecto de reacción ante la amenaza y desaparecen cuando la situación que produce el estrés desaparece.

La piel es otra de las zonas vulnerables al estrés en nuestro cuerpo. Un exceso de estrés puede provocar acné o eccemas. Algunos sarpullidos que provocan picazón o psoriasis pueden estar relacionados con ello también. A pesar del componente genético de ojeras y bolsas, el estrés acentúa este problema. Y, cómo no, el envejecimiento prematuro de la piel se hace más patente.

Asimismo, el cabello supone también un punto importante. Y es que, un nivel alto de estrés altera los ciclos de vida natural del pelo en el cuerpo. Pueden aparecer pequeñas calvas en determinadas zonas de la cabeza como consecuencia del estrés, fruto de que el organismo no produce la cantidad de sustancias necesarias que contribuyen al crecimiento del cabello.

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