Falsos mitos que debes conocer sobre la Medicina Estética

A pesar de que la demanda en medicina estética aumenta cada día, todavía hay muchas personas que tienen ciertas dudas por las falsas creencias y mitos que circulan sobre ella.

Existen muchos mitos sobre la medicina estética
Existen muchos mitos sobre la medicina estética
Estetic
22 abril 2019 | 12:00 h

A pesar de que la demanda en medicina estética aumenta cada día, todavía hay muchas personas que tienen ciertas dudas por las falsas creencias y mitos que circulan sobre ella.

Por ello, para despejar las dudas, la doctora Carla Barber nos explica cuáles son los errores más comunes.

1. El bótox rellena las arrugas: falso. El bótox o toxina botulínica produce una relajación del músculo donde se inyecta para impedir la aparición de las arrugas. Es cierto que si tienes unas leves arrugas o líneas de expresión estas pueden desaparecer con la aplicación del bótox, pero en general, para la eliminación de una arruga profunda, es necesario un relleno de ácido hialurónico, una sustancia que reemplaza el líquido perdido y atrae de nuevo el agua de nuestra piel, estimula la elastina y es ideal para rellenar arrugas.

2. Las estrías se pueden eliminar: falso. A día de hoy aún no existe aparatología que pueda revertir el efecto de las estrías. Sí que es cierto que se pueden mejorar en cuanto a color pasando del color morado o rosado a un color blanco, pero no existe ningún tratamiento que en relación coste-beneficio sea rentable. ''Nosotros tenemos láseres que pueden utilizarse para este fin y mejorar las estrías, pero son demasiado caros para el resultado que obtendríamos. Hay que tener en cuenta que, al final, las estrías no son más que una cicatriz producida por una súper extensión de la piel'', comenta la doctora.

3. El melasma se puede eliminar con láser: falso. El melasma es una enfermedad que produce manchas principalmente en la cara (frente, mejillas o labio superior). Normalmente, las personas que lo sufren son por una alteración hormonal, con la toma de ciertos medicamentos, durante el embarazo o al tomar píldoras anticonceptivas. ''Por eso, el melasma es muy complejo de tratar, aunque sí que podemos producir un ''blanqueamiento'' de las manchas con tecnología láser, pero nunca eliminar la enfermedad de forma permanente. En nuestro caso, utilizamos el láser Génesis. Además realizamos peeling específicos para las manchas y recomendamos utilizar cremas despigmentantes en casa'', añade Carla Barber.

4. La medicina estética crea adicción: falso. Para considerar que algo es adictivo debe partirse de la premisa de que ese algo tiene que generar dependencia y además, ser nocivo para la salud o generar desequilibrios psíquicos. Ni la medicina estética, ni ninguno de los productos que se utilizan para tratar a los pacientes, se corresponden con esta definición. Lo único que puede generar un cierto ''enganche'' son los buenos resultados que se obtienen al tratar los complejos o preocupaciones de los pacientes. Sin embargo, no hay nada más humano que querer mejorar, verse bien y estar a gusto con uno mismo. Asimismo y por este motivo, es muy importante que encontréis un profesional que no os haga lo que pedís simplemente por hacerlo, sino que realmente os sepa aconsejar lo mejor en función de vuestra anatomía facial y necesidades.

5. Debo comenzar a tratarme con la aparición de las primeras arrugas: falso. ''Para mí, el concepto de medicina estética está directamente ligado a una palabra: antienvejecimiento. Siempre explico que lo ideal es cuidarnos y mimar nuestra piel antes de que comiencen a aparecer los primeros síntomas del envejecimiento. Por eso, la medicina que me gusta aplicar es, sobre todo, la medicina estética preventiva'', señala la doctora Carla Barber.

6. El uso de productos infiltrados te cambia la cara y cuando desaparecen empeora tu rostro: falso. Los rellenos que se utilizan en medicina estética, en el caso de las arrugas, lo que hacen es llevar a la piel a su estado inicial aportando la hidratación perdida con el paso de los años. Cuando estos rellenos desaparecen, lo que ocurre es que volvemos a la casilla de salida y nos encontramos como antes de tratarnos, aunque los tratamientos siempre mejoran la calidad de la piel. El problema es que olvidamos enseguida cómo estábamos antes de tratarnos y visualmente parece que estamos peor cuando no es así.

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