La presencia de microplásticos en el medio ambiente es un problema creciente que ha encendido las alarmas de la comunidad científica y médica. Estos diminutos fragmentos de plástico, de menos de cinco milímetros, se han detectado en el aire, el agua, los alimentos y, lo más preocupante, en el interior del cuerpo humano. Su acumulación puede tener consecuencias graves para la salud, afectando desde el sistema inmunológico hasta el cerebro, como han confirmado recientes estudios científicos.
En este contexto, un nuevo estudio publicado en Nature Medicine ha revelado nuevos datos: los microplásticos y nanoplásticos no solo pueden entrar en el organismo, sino que también son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica, alcanzando directamente el cerebro. Esta acumulación puede producir efectos neurotóxicos y vasculares, aumentando el riesgo de enfermedades neurológicas y cardiovasculares.
El plástico más detectado fue el polietileno, un polímero común en envases, botellas y numerosos objetos de uso cotidiano. Asimismo, se comprobó que los microplásticos también se acumulan en vasos sanguíneos y células inmunitarias, generando trombosis cerebral y reduciendo el flujo sanguíneo cerebral, lo que representa un riesgo añadido para la salud vascular.
Un nuevo estudio publicado en Nature Medicine ha revelado nuevos datos: los microplásticos y nanoplásticos no solo pueden entrar en el organismo, sino que también son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica
¿CÓMO EVITAR LOS MICROPLÁSTICOS?
Ante este panorama, el Dr. José Manuel Felices, conocido en redes sociales como @doctorfelices, ha compartido a través de su cuenta de Instagram un vídeo con consejos prácticos para minimizar el consumo involuntario de microplásticos. “Evitarlos al 100 % es imposible, pero te doy 4 trucos para reducir hasta un 80 % la cantidad de microplásticos que ingieres”, comenta el doctor en el inicio del vídeo.
Estos son los cuatro consejos que propone:
- Utiliza tablas de cortar de madera. “Las líneas que se crean en otras tablas son plástico que se desprende”, explica el doctor, alertando sobre un gesto cotidiano que pasa desapercibido.
- No calientes plásticos en el microondas. “Al calentarse, el plástico se desprende y se adhiere a los alimentos. Pásalo al plato o utiliza cristal”, recomienda para evitar que el calor favorezca la liberación de partículas tóxicas.
- Usa botellas de cristal o metal y agua filtrada. “Rellénalas con un grifo de ósmosis inversa. Una gran inversión para tu salud y para el planeta”, añade, promoviendo hábitos sostenibles que benefician tanto al individuo como al entorno.
- Cambia a utensilios de cocina sin plástico, especialmente si se van a calentar. El calor puede favorecer la degradación del material plástico, liberando microplásticos directamente en la comida.
Con todo, cada vez más personas son conscientes del impacto que la contaminación por plásticos puede tener en su salud. Aunque eliminar por completo la exposición a microplásticos no es viable, adoptar medidas preventivas puede marcar una diferencia significativa a largo plazo. La clave está en tomar decisiones más informadas en el día a día y apostar por alternativas más seguras y sostenibles.
*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
