Con la llegada de la primavera, la naturaleza se renueva y, curiosamente, también nuestro cabello experimenta un proceso de adaptación que puede traducirse en una mayor caída. Al igual que ocurre en otoño, este aumento en la pérdida capilar es una respuesta natural de nuestro organismo a los cambios de temperatura y ambiente, tal como explica Virginia Velasco, dermatóloga de la Unidad de Tricología de la Clínica Dr. Morales Raya.
“Ocurre la llamada caída estacional en la que se cae un porcentaje mayor de pelo. Y esto no debería ser motivo de alarma, porque no es más que un recuerdo evolutivo que tenemos los seres humanos, de las ‘mudas’ que sufren el resto de mamíferos, siendo algo adaptativo a los cambios de temperatura y horas de luz”, tranquiliza la experta. Varios factores contribuyen a este fenómeno estacional:
- Más horas de luz. Al igual que en otoño, el aumento de las horas de luz en primavera afecta nuestro ritmo circadiano, el reloj biológico que regula diversas funciones del organismo. Estos cambios lumínicos impactan directamente en el ciclo de renovación capilar, registrando picos más altos de caída durante la primavera y el otoño en comparación con el verano y el invierno.
- Un período de renovación natural. El cabello, al igual que el pelaje de otros mamíferos, se renueva en primavera. Esta caída estacional es un proceso natural que suele remitir en unas semanas. Es importante recordar que, de cada 100 cabellos, entre un 12% y un 15% se encuentra en fase de cambio, un proceso completamente normal.
- Intensidad y duración. La caída estacional suele durar, como su nombre indica, alrededor de una estación (aproximadamente tres meses). En cuanto a la intensidad, se estima que el porcentaje de caída puede aumentar hasta cerca del 20%, llegando a duplicar la cantidad de cabello que se pierde habitualmente.
¿CUÁNDO PREOCUPARSE?
Si bien una cierta caída de cabello diaria es normal (se estima una pérdida de unos 100 cabellos), es crucial prestar atención a las señales que podrían indicar un problema capilar más allá de la caída estacional. Si la pérdida supera los 100 o 150 cabellos diarios o se prolonga por más de tres o cuatro semanas, la Dra. Velasco recomienda encarecidamente acudir a un especialista capilar para una evaluación exhaustiva.
Si bien una cierta caída de cabello diaria es normal, es crucial prestar atención a las señales que podrían indicar un problema capilar más allá de la caída estacional
El tricograma, una prueba que analiza las raíces del cabello, permite determinar la proporción de folículos en fase de crecimiento (anágena) y de caída (telógena). Además, una analítica completa puede revelar deficiencias nutricionales, como bajos niveles de hierro, que también pueden contribuir a una caída excesiva del cabello.
SEIS MEDIDAS CLAVE PARA MINIMIZAR LA CAÍDA ESTACIONAL
Afortunadamente, existen diversas estrategias para minimizar la caída de cabello estacional y mantener un cuero cabelludo sano:
- Exfoliar el cuero cabelludo regularmente. La acumulación de residuos de productos capilares, aceites naturales y células muertas puede obstaculizar la renovación celular. La exfoliación, realizada cada una o dos semanas con productos que contengan ácido salicílico, piritonato de zinc o extracto de sauce blanco, favorece este proceso y mejora la salud del cuero cabelludo.
- Utilizar cepillos específicos para el cuero cabelludo. Los cepillos de masaje estimulan la circulación sanguínea, mejorando el aporte de nutrientes al folículo piloso y ayudando a eliminar células muertas y otros residuos. Se recomienda usarlos un par de veces al día, mientras que para desenredar el cabello se prefieren peines de dientes anchos, especialmente cuando está seco.
- Masajear el cuero cabelludo y enjuagar con agua fría. El masaje estimula la circulación sanguínea y la oxigenación del cuero cabelludo, favoreciendo la salud del bulbo piloso. Finalizar el lavado con agua fría ayuda a cerrar las cutículas y los poros, manteniendo el brillo y la hidratación del cabello.
- Mantener una dieta rica en frutas, verduras y proteínas. Una alimentación equilibrada, rica en vitaminas, minerales (hierro y zinc) y proteínas (huevos, nueces, salmón), es fundamental para un cuero cabelludo sano. En caso de suplementación, se recomienda buscar fórmulas con biotina, cistina, zinc, levadura de cerveza, pantenol, niacina, vitamina E y polifenoles.
- Controlar el estrés. El estrés tiene un impacto significativo en la salud capilar. Encontrar actividades placenteras y dedicar tiempo a la relajación, como bailar, pintar, meditar o practicar la respiración consciente, puede ayudar a canalizar el estrés.
- Considerar tratamientos como Hydrafacial Keravive. Este tratamiento indoloro y no invasivo exfolia, nutre e hidrata el cuero cabelludo, mejorando la microcirculación y la absorción de nutrientes para un cabello más abundante, fuerte y saludable. Su protocolo de limpieza, hidratación y tratamiento domiciliario, junto con tecnologías como Vórtex-Fusion y la infusión de péptidos y vitaminas, ofrece resultados prometedores.
La caída de cabello en primavera es un fenómeno natural y, en la mayoría de los casos, temporal. Sin embargo, prestar atención a las señales de alerta y adoptar medidas proactivas para cuidar el cuero cabelludo y el cabello puede minimizar su impacto y garantizar una melena fuerte y saludable durante todo el año.
*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.