"Cuando una mujer nota un pezón retraído y nunca ha padecido este problema, casi siempre es un síntoma de cáncer de mama, aunque también podría ser una mastitis"
Generalmente, el pezón suele tener más o menos un centímetro de de longitud y otro de diámetro, pero no todas las mujeres los tenemos iguales. En algunos casos, no sobresalen de la areóla e incluso, se retraen generando lo que se conoce como pezones planos o invertidos. Un problema que además de empeorar la estética de la mujer, puede generar problemas en el periodo de lactancia o incluso cáncer de mama.Así lo ha explicado el doctor Cristino Suárez, el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) en una entrevista a Estetic.es, y aunque ha establecido que es “relativamente frecuente” ha incidido en la importancia de distinguir los dos tipos de esta alteración ginecológica. Por un lado, el tipo congénito se refiere a cuando una mujer lo padece desde que se desarrolló su pecho. En este caso es un problema meramente estético, aunque la lactancia se hace prácticamente imposible.
“En estos casos los pezones invertidos se corrigen antes del periodo de lactancia. La solución solo puede ser quirúrgica: se trata de una pequeña intervención con anestesia local, se corta el ligamento y los conductos que tiran hacia abajo del pezón impidiéndole salir y una vez que se corrigen, el problema no tiene mayor importancia”, ha establecido el doctor Suárez.
En cambio, el adquirido sí tiene una importancia muy relevante y cuando una mujer nota un pezón retraído tras un parto o en alguna otra situación repentina cuando siempre los ha tenido normales, suele ser una causa de alerta. “Casi siempre es un diagnóstico precoz de cáncer de mama, aunque también se puede producir por una mastitis”, ha especificado el presidente de la SECPRE, que nos aconseja acudir a consulta médica en caso de que notemos cualquier alteración similar.
"En el caso de que sea congénito es un problema estético, pero no tener los pezones en su sitio marca mucho a una mujer, el estímulo sexual no es el mismo y la lactancia se hace difícil
Volviendo a los pezones invertidos congénitos, lo normal es que la mujer le de importancia cuando no ha podido dar de mamar a su primer hijo, por lo que suele corregírselos antes de tener un segundo. Según Cristino Suárez en el caso de las mujeres que no quieren ser madres, no hay necesidad de corrección, pero puede tener consecuencias psicológicas si no se corrigen.“No tener los pezones en su sitio marca mucho a una mujer. El pezón no es eréctil y el estímulo sexual no es el mismo, a veces molesta un poco y la mujer no está contenta con sus senos”, ha concluido el doctor.
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