Piel sensible: ¿cómo debes tratarla?

El 70% de la población cree que tiene la piel sensible, pero no se trata de un término médico, es una manera coloquial para describir la sensación de enrojecimiento, tirantez, picor o descamación.

Piel sensible (Foto. Freepik)
Piel sensible (Foto. Freepik)
Estetic
10 diciembre 2020 | 12:00 h

El 70% de la población cree que tiene la piel sensible, pero no se trata de un término médico, es una manera coloquial para describir la sensación de enrojecimiento, tirantez, picor o descamación que notan en la piel después de la aplicación de algún producto, por cambios en el clima o en situaciones de estrés.

Este otoño, al aumento de la sensibilidad tan habitual propiciada por el frío, se unen el estrés y la incertidumbre de la situación vivida y los efectos secundarios del uso de la mascarilla.

¿Qué hacer si intuyes que tienes la piel sensible? En primer lugar, visitar al dermatólogo, ya que será el encargado de determinar si se trata de una piel que reacciona con sensibilidad ante determinadas circunstancias o si existe un problema dermatológico real como eccema, rosácea, cuperosis o dermatitis de contacto por motivos alérgicos.

Siempre es importante conocer los ingredientes de tus cosméticos, pero si tienes la piel sensible aún más

También es aconsejable hacer una prueba de alergía. Y es que, si se hace con los tintes capilares, ¿por qué no hacerla con la cosmética facial? Como explica Paola Gugliotta, doctora en dermocosmética y fundadora de APoEM, ''mi experiencia es que las personas con piel sensible no cumplen con el más básico de los pasos, que es hacer una prueba de alergia que pasa por probar el producto detrás de la oreja durante varios días. Si no se produce reacción, se puede empezar a probar en un trocito de la piel, por ejemplo la mejilla, que normalmente es la parte más reactiva. Debe probarse por lo menos una semana porque hay alergias por acumulación, que aparecen capa sobre capa, y no lo hacen en un solo día. Si después de esto, sigue sin haber reacción y se siente que la piel responde bien, ya se puede aplicar en todo el rostro''.

LA LISTA NEGRA DE INGREDIENTES EN TU COSMÉTICA DE TRATAMIENTO… Y LA DE PRODUCTOS DE LIMPIEZA

Siempre es importante conocer los ingredientes de tus cosméticos, pero si tienes la piel sensible aún más. Por eso, Paola Gugliotta recomienda coger la lupa y repasar bien el INCI (el listado de ingredientes que todo cosmético está obligado a llevar), y evitar todos aquellos que contengan ''alcohol, fragancias ya sean naturales o sintéticas, sustancias antibacterianas, ingredientes desodorantes, retinoides, alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos (especialmente si se tiene la piel muy seca)''.

Cuando más se daña la barrera hidrolipídica, tan precaria en las pieles sensibles, es durante la limpieza, por eso debe evitarse cualquier producto que contenga sulfatos en su fórmula porque su gran capacidad de limpieza no solo consigue arrastrar con toda la suciedad, sino también con las grasas naturales presentes en esa barrera protectora. Reconocerás a los sulfatos en la lista de ingredientes porque contienen tres palabras y la última de ellas siempre es ''sulfate''.

DISRUPTORES ENDOCRINOS, TENLOS MUY EN CUENTA

Si una persona tiene la barrera cutánea debilitada, la capacidad de penetración de estos ingredientes nocivos será mayor que en una piel normal. Además de los ya conocidos, existe una larga lista de sustancias cosméticas que está siendo estudiada por la Comisión Europea para añadirla al litado de disruptores hormonales y por lo tanto, para comenzar a eliminar o minimizar su utilización en productos para el cuidado de la piel.

Si una persona tiene la barrera cutánea debilitada, la capacidad de penetración de estos ingredientes nocivos será mayor que en una piel normal

Por otro lado, las pieles sensibles suelen ser más reactivas en invierno que en verano: las bajas temperaturas, la sequedad, el viento y la diferencia de grados entre el interior de las casas y el exterior, suelen pasarles factura. Por eso conviene redoblar la barrera lipídica a base de hidratación, evitar esos cambios de temperatura bruscos y nunca exponer la piel al agua muy caliente.

Asimismo, debes no frotar demasiado la piel al limpiarla o aplicar la crema. Esto puede activar los terminales de la piel y los genes que activan las respuestas de alarma y producirse una reacción en la piel. Estos terminales también se activan con el roce y por supuesto con el agua caliente, que debe evitarse siempre.

Como explica Gugliotta, ''hay muchísimos estudios científicos que demuestran que una persona que tiene la piel sensibilizada, tiene una barrera hidrolipídica que no funciona correctamente y no ejerce su labor de protección. Es como una malla con huecos muy grandes que deja que todo traspase, lo bueno y lo malo. Con lo cual, cualquier tratamiento que vaya a destruir, a deshacer, a minimizar las capas superiores de la piel, es peligroso. Ni la exfoliación mecánica, ni la más suave, (enzimática), estarían recomendadas''.

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