Practicar ejercicio durante y después del embarazo mejora el descanso y el estado anímico

Mantenerse en forma y tener hábitos de vida saludables durante el embarazo, es importante tanto para el propio bienestar como para el del bebé.

Practicar deporte en el embarazo ayuda a aliviar síntomas como los dolores de espalda o el estrés (Foto. Freepik)
Practicar deporte en el embarazo ayuda a aliviar síntomas como los dolores de espalda o el estrés (Foto. Freepik)
Estetic
15 octubre 2019 | 22:00 h

Mantenerse en forma y tener hábitos de vida saludables durante el embarazo, es importante tanto para el propio bienestar como para el del bebé.

En este sentido, practicar ejercicios de bajo impacto durante esta etapa ayuda a mejorar el descanso y el estado anímico, y a aliviar síntomas como los dolores de espalda o el estrés. Pero también, seguir practicándolos tras dar a luz, ayudará a una mejor recuperación postparto.

Por ello, Intimina ofrece un listado de ejercicios para realizar durante el embarazo y tras dar a luz.

1. Nadar: tonifica y mejora la circulación. Soportar un peso cada vez mayor puede causar problemas en la postura, que a su vez provocan dolores en la parte inferior de la espalda a medida que el bebé crece. Una muy buena opción en este caso es nadar. Al contrario que actividades de gran impacto, este ejercicio no daña las articulaciones, además, tiene otras ventajas como la tonificación de los músculos y la mejora de la circulación.

2. Yoga: aumenta el equilibrio y la fuerza. La ansiedad ante la inminente maternidad y los evidentes cambios que sufre el organismo pueden provocar estrés. Hacer cualquier tipo de ejercicio te ayudará a llevar mejor estas inevitables preocupaciones y el yoga es una opción ideal durante el embarazo. Hay diversas clases de yoga prenatal que son un buen método para mejorar el equilibrio, la circulación y la fuerza, ya que supone un ejercicio de bajo impacto ideal para adquirir tonicidad en ciertos músculos. Asimismo, practicar yoga puede tener un efecto relajante, gracias a que se trabaja la respiración y la sintonía con el cuerpo.

Practicar ejercicios de bajo impacto durante esta etapa ayuda a mejorar el descanso y el estado anímico, y a aliviar síntomas como los dolores de espalda o el estrés

3. Caminar: beneficioso para el ritmo cardiaco. A diferencia de otro tipo de ejercicios, caminar puede practicarse en todas partes. Es una excelente opción que mejora el ritmo cardiaco y fortalece los músculos abdominales. Adoptar una buena postura es primordial en la realización de cualquier tipo de ejercicio durante el embarazo; por ello, es imprescindible encontrarse bien antes y después de caminar para mantener los músculos tonificados y flexibles.

4. Aeróbic acuático: reduce los riesgos de lesiones. Al igual que la natación, los ejercicios aeróbicos en el agua son una buena opción para tonificar los músculos. A diferencia de los aeróbicos convencionales que pueden sobrecargar los ligamentos y las articulaciones, al flotar en el agua, el cuerpo queda en suspensión, reduciendo al mínimo los riesgos de lesión.

Del mismo modo que en los aeróbicos convencionales, se realiza una serie de movimientos dentro del agua al ritmo de la música. Moverse en contra de la resistencia que ofrece el agua, es una muy buena manera de mejorar físicamente, mientras que flotar, permite hacer estiramientos que muchas mujeres embarazadas no pueden realizar fuera de la piscina.

5. Ejercicios para el suelo pélvico: mayor control muscular. Los ejercicios de Kegel sirven para fortalecer los músculos del suelo pélvico que ofrecen soporte al útero, la uretra, los intestinos y el ano. Estos órganos pueden sufrir daños durante el embarazo y el parto y derivar en una incontinencia. Al mejorar la circulación, también ayudan a prevenir las hemorroides y a que las mujeres tengan mayor control de sus músculos durante el parto.

¿Cómo se practica? Esta rutina consiste en contraer los músculos del suelo pélvico hacia arriba y hacia adentro durante unos segundos para fortalecer y tonificar la musculatura pélvica. De este modo, se conseguirá aumentar el riego sanguíneo del perineo y la vagina, ayudando a reducir la inflamación de la zona y posibles hematomas.

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