No obstante, el diente es la única parte del cuerpo humano que no se regenera por sí misma por lo que detectar un problema lo antes posible, nos permitirá prevenir y mantener nuestra boca sana.
Si no tomamos medidas preventivas, la factura del verano puede acarrear un incremento de la placa bacteriana, problemas de gingivitis, lesiones e inflamaciones en las encías y, sobre todo, las temidas caries. En este sentido, desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogosde Valencia (ICOEV) han lanzado las siguientes recomendaciones:
El verano puede acarrear un incremento de la placa bacteriana, problemas de gingivitis, lesiones e inflamaciones en las encías y, sobre todo, las temidas caries
1. Mantén tus hábitos de higiene bucodental. Cepilla tus dientes al menos tres veces al día.
2. Utilizar tanto los cepillos interdentales como la seda dental para sacarlos restosde comida entre los dientes.
3. Usa un colutorio o enjuague bucal con flúor.Siempre se recomienda para los más pequeños pero sirve igual para los mayores.
4. Debemos beber mucha agua.La falta de una hidratación adecuada puede aumentar la placa bacteriana e incluso problemas de inflamación de encías así como de creación de caries.
5. Moderar la ingesta de bebidas carbonatadas, ácidas, azucaradas y alcohólicas. Y no olvidemos limpiar los dientes a conciencia tras tomarlas.
6. Saber qué comemos también es importante, tratando de evitar el consumo excesivo, sobre todo en los más pequeños, de aquellos alimentos ricos en azúcar, ácidos o pegajosos y extremando el cuidado con refrescos, golosinas, batidos y zumos.
7. El tabaco es muy perjudicial para nuestros dientes. Si no es posible abandonarlo, modera y controla su consumo. En el 100% de los casos, el fumador se queda antes sin dientes que el no fumador. El tabaco destruye las encías.
8. ¡Cuidado con las caídas y los traumatismos dentales! En verano aumentan un 30%. Para ello se recomienda el uso de protectores dentales en el caso de actividades deportivas.