Alimentación BLW: beneficios, alimentos y consejos para comenzar a practicarlo

Se trata de un proceso alimentario en el que se complementa la alimentación habitual del niño durante los primeros meses, es decir, la leche materna o a demanda

Alimentación complementaria BLW (Foto. Freepik)
Alimentación complementaria BLW (Foto. Freepik)
Estetic
11 octubre 2022 | 10:00 h

Las redes sociales forman parte de nuestro día a día. Una manera de narrar los acontecimientos que nos suceden y mostrárselo a nuestra comunidad de seguidores. Son las protagonistas de nacimientos, pedidas de mano, celebraciones familiares, épocas de felicidad o tristeza, en definitiva nuestro álbum de fotos personalizado donde vemos todo aquello que nos trae recuerdos imborrables.

Si eres seguidora de las conocidas como “influencer” seguramente habrás visto como muchas de ellas en los últimos años se han convertido en mamás y aquí el cuidado de su hijo es un reflejo de lo que muchas quisieran tener para los suyos. En cuanto a tendencias de vestimenta, accesorios infantiles o incluso la alimentación. Y si, hablamos de alimentación porque en los últimos años el BLW (Baby Led Weaning) ha cobrado fuerza en las redes sociales gracias a los hijos de nuestras famosas.

Pero, ¿en qué consiste realmente este tipo de alimentación? Alrededor de los seis meses, los bebes comienza una nueva etapa, podemos decir que han superado los primeros meses de vida y ahora ya pueden comenzar a desarrollarse con mayor facilidad. Los cambios, además de físicos, también se manifiestan en otras conductas como la alimentación. Pasan de tomar solamente leche, a incorporar poco a poco otros alimentos a través de purés, papillas o incluso en pequeños trozos, y es esta ultima formula la que se conoce con el nombre de BLW.

Se trata de un proceso alimentario en el que se complementa la alimentación habitual del niño, es decir, la leche materna o a demanda

Además de ser un estilo de alimentación también ofrece múltiples beneficios para el crecimiento y desarrollo del niño. Entre los más habituales se encuentran:

  • Es natural. Gracias a este procedimiento, los niños aprenden a usar las manos para coger el alimento e introducírselo en la boca.

  • Autonomía. Aprenden a hacer las cosas por sí mismos y a disfrutar de la comida, ya que no sienten el control de la figura materna o paterna introduciendo la comida.

  • Socialización. Lo ideal es que el bebé este sentado en una trona a la altura de la mesa familiar. De esta manera, podrá compartir los mismos horarios que su familia.

  • Desarrollan destrezas. El simple hecho de usar sus propias manos para comer hace que puedan aprender sobre el color, el aspecto o el sabor de los alimentos.

Si eres mama y estás leyendo estas líneas debes estar pensando que es imposible que un niño con seis meses pueda comer de manera autónoma. ¡Toda la razón del mundo! Para que suceda, lo cierto es que el bebé  debe de cumplir con una serie de requisitos:

  • Que se mantenga estable sentado en la trona. Si al sentarse en la trona se balancea para los lados o incluso hacia delante, no es el mejor momento para comenzar este tipo de alimentación. Lo recomendable es que el niño pueda estar sentado de manera estable para que no se mueva ni corra peligro.

  • Autonomía con las manos. Si el bebe es capaz de coger cosas con sus propias manos y tiene una buena coordinación manos-ojos-boca no debería suponerle ningún problema.

La patata cocida, judías verdes, brócoli, calabacín, aguacate, calabaza o fresas son algunos alimentos recomendados 

  • No tener reflujo. ¡Muy importante! Si desde pequeño ha tenido reflujo y se ha caracterizado por expulsar de su boca cualquier sólido por miedo a atragantarse, no se puede iniciar esta forma de alimentación complementaria.

¿QUÉ ALIMENTOS SÍ Y CUÁLES NO?

Como en todo proceso alimentario, no todos los alimentos son adecuados. Este caso no iba a ser menos, ya que al tratarse de alimentación infantil hay que tener mucho cuidado por miedo al atragantamiento. Lo recomendable es evitar todas las comidas que sean complicadas de masticar, hablamos por ejemplo de verduras como la zanahoria, frutas como la manzana, cerezas o uvas y otros como los frutos secos.

Igual que hay una serie de alimentos no recomendados, también hay una lista de aquellos que son recomendables para empezar. Dentro de este grupo se encuentran la patata cocida, judías verdes cocidas, brócoli, calabacín asado o cocido, aguacate, calabaza, plátano,  fresas, sandía en tiras o incluso macarrones cocidos.

CONSEJOS PARA COMENZAR

Después de ver que se trata de un proceso beneficioso para el bebé (y los padres también), de conocer que alimentos se pueden comer y cuales es mejor evitar, seguramente tengas miedo de comenzar a practicarlo. Los especialistas recomiendan seguir los siguientes consejos:

- Nunca forzar al bebé a comer. Debe comer lo que él quiera y al ritmo que el crea necesario.

- Ofrecer trozos de más pequeños a más grandes, según vayan pasando los meses y nunca dejarle solo mientras come.

- Si hay alimentos que al bebé no le gustan, insistir, porque a base de repetición es probable que los acaben tomando.

Es importante que el niño tenga autonomía, se mantega estable y no tenga reflujo 

- No distraer al bebé mientras come. No se pinta, ni se juega. Cuando se come, se come. No hay que tener miedo a hacer un modelo mixto (es decir, en casa sólidos y fuera de casa con cuchara).

- Lo importante es que siempre esté en contacto con alimentos sólidos.

- Otra pauta importante es que se le haga partícipe de la comida familiar para fomentar su aprendizaje.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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