Tips para mantener la salud digestiva y corporal durante un vuelo

Los vuelos pueden hacerse muy pesados si no se toman las medidas adecuadas.

Son muchas las personas que optan por destinos que están lejos de su lugar de origen, lo que implica, en la mayoría de las ocasiones, coger un vuelo
Son muchas las personas que optan por destinos que están lejos de su lugar de origen, lo que implica, en la mayoría de las ocasiones, coger un vuelo
Estetic
2 julio 2019 | 12:00 h

El verano es la estación favorita de muchos porque implica una cosa: vacaciones. Y es que, después de varios meses trabajando duro, toca descansar y recargar pilas.

En este sentido, son muchas las personas que optan por destinos que están lejos de su lugar de origen, lo que implica, en la mayoría de las ocasiones, coger un avión. Sin embargo, los vuelos pueden hacerse muy pesados si no se toman las medidas adecuadas.

Por ello, la nutricionista y dietista Vanessa Aguirre nos recomienda seguir una serie de tips para mantener la salud digestiva y corporal durante un vuelo y lograr estar en perfecto estado en el destino.

1. Evitar comidas copiosas y optar por platos únicos o raciones. La digestión es una de las funciones biológicas que más se altera cuando volamos pudiendo ocasionar molestias como pesadez, hinchazón, acidez, reflujo, náuseas o incluso estreñimiento, entre otros. Es por ello que se recomienda realizar pequeñas tomas de comida (a modo de raciones) u optar por un único plato que sea nutritivo pero ligero. Las ensaladas o poke a base de una buena cantidad de verduras, cereales en grano junto con una pequeña ración de proteína de calidad como el pollo, pavo o quinoa son una opción perfecta para esta ocasión.

2. Evitar comidas grasientas (fritos, rebozados, embutidos grasos, bollería industrial) tanto en las horas previas como durante el vuelo. Las grasas ralentizan el proceso de digestión de los alimentos. Es por ello que, una comida excesivamente grasa puede incrementar aún más los síntomas de indigestión. Debemos optar por elaboraciones ''limpias'' como las cocciones al vapor, los marinados o encurtidos o bien platos horneados que reduzcan la ingesta de grasas, así como platos que incluyan grasas de origen vegetal (semillas y frutos secos) que por otro lado, son ricos en omega-3 con efecto anticoagulante, especialmente interesante para favorecer la circulación sanguínea y evitar la sensación de piernas pesadas o incluso, la trombosis venosa profunda.

3. Evitar alimentos flatulentos (legumbres, repollo, coliflor, brócoli o incluso la lechuga). Pasar largas horas sentados favorece la aparición de gases durante la digestión. La diferencia de presión de la cabina influye, además, sobre el gas intestinal retenido, provocando una mayor expansión y con ello, mayor sensación de hinchazón y malestar abdominal. Restringir este tipo de alimentos así como las bebidas carbonatadas, antes y durante el vuelo evitará estas molestias.

4. Evitar bebidas excitantes (café, té o bebidas con cafeína) que dificultan el descanso durante el vuelo, a favor de infusiones que, además de hidratarnos podrán facilitar la digestión (como las infusiones de anís o menta poleo), evitar las náuseas o mareas (como la infusión de jengibre) o incluso favorecer el descanso durante el vuelo (como la tila o la manzanilla) por su efecto relajante. 

5. Incluir gran cantidad de frutas, verduras, semillas y cereales integrales ricos en fibra (alimentos vegetales en general). El tránsito intestinal es posiblemente la función digestiva más sensible a los cambios en los horarios, localizaciones o rutinas. Este hecho también se ve agravado por la falta de actividad física propia del vuelo al pasar largas horas sentados o con movilidad reducida. Una adecuada ingesta de fibra a través de alimentos de origen vegetal, asegurará un correcto tránsito intestinal.

6. Incluir alimentos ricos en magnesio tales como semillas de sésamo, chía, amapola, o nueces. El magnesio favorece el descanso, reduce el estrés y evita la tensión muscular propia de los vuelos de larga distancia. Recordar también que el magnesio contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso así como para combatir los efectos del jet lag.

7. Hidratación. La hidratación es fundamental antes y durante el vuelo. El agua no solo nos previene de la acidez o reflujo durante la digestión de las comidas, sino que también favorecerá el tránsito intestinal. Hay que tener en cuenta que el ambiente dentro de la cabina es muy seco e incrementa aún más la deshidratación. Una correcta hidratación, también disminuye el riesgo de padecer trombosis venosa profunda (TVP) así como los posibles efectos del jet lag. Cabe destacar que, aunque el agua es la fuente de hidratación más inmediata, existen otras como las frutas y las verduras que, si cabe, aseguran una hidratación más constante y prolongada. Otra opción para mantener unos niveles de hidratación óptimos serían las infusiones de rooibos o frutas del bosque, zumos de frutas o agua de coco.

8. Evitar alcohol o bebidas diuréticas, café o té. Estas bebidas favorecen la deshidratación. Adicionalmente, el alcohol incrementa el riesgo de TVP e interfiere en la calidad del descanso.

9. Evitar bebidas carbonatadas. Tal y como se indicaba anteriormente, las bebidas carbonatadas pueden causar hinchazón y molestias. Adicionalmente, este tipo de bebidas favorecen la deshidratación, así como provocar, junto con la falta de movilidad, calambres musculares.

10. Evitar postres excesivamente edulcorados y/o procesados a favor de opciones más ligeras a base de frutas, yogur o miel. La presencia de azúcar provoca un rápido incremento en los niveles de glucosa en sangre y en algunos casos, posteriormente, un rápido descenso. Estas alteraciones bruscas de la glucemia en sangre pueden producir cambios en nuestro estado anímico como nerviosismo, irritabilidad, ansiedad o incluso cansancio. Opciones como la fruta o el yogur, no solo nos previenen de este efecto, sino que también favorecerá nuestro tránsito intestinal durante el vuelo. Por otro lado, estudios apuntan que la miel, puede favorecer la calidad del descanso. 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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