Además, en el caso de los alimentos, tendemos a seleccionar aquellos que no solo sean refrescantes y ligeros, sino también saludables, como la avena.
Y es que, la avena, junto con el trigo, el maíz y el arroz, es uno de los cereales más conocidos por la población española, y el que ha tenido un crecimiento mayor. En concreto, su consumo se ha duplicado en los últimos 5 años, pasando de un 26,1% a un 45,9% en 2016 y siendo el desayuno el momento favorito para consumirla, según datos de un estudio de Quaker sobre la avena.
En este sentido, la avena destaca por sus muchos beneficios; por ejemplo, su alto aporte de fibra puede ayudar a prevenir alteraciones como el estreñimiento, la diabetes o el sobrepeso, además de poder ayudar a reducir el colesterol en sangre. Es por ello que su incorporación en la dieta es más que recomendable para cualquier momento y lugar, también durante el verano.
Asimismo, su versatilidad y adaptabilidad la convierten en el alimento ideal para combinarlo con otros ingredientes.
"Cualquier fruta se puede combinar con la avena, aunque las más populares son los arándanos, fresas, plátanos o frambuesas"
Pero, ¿cuáles son las claves para sacar el máximo provecho de este superalimento? - La fruta, el mejor aliado. La combinación de avena y fruta es ideal porque por su alto contenido en fibra puede ayudar al buen funcionamiento del aparato digestivo y, a su vez, a obtener nutrientes necesarios para el organismo. Las cualidades de la avena combinadas con las de la fruta, como su alta aportación en minerales -tales como el magnesio, el zinc, o el potasio- y vitaminas -como la A y la C-, tienen como resultado recetas completas y nutritivas. Cualquier fruta es aconsejable para combinarla con avena, siendo algunas de las más populares las frambuesas, los arándanos, las fresas, los plátanos, o las manzanas.
- Otras combinaciones muy nutritivas. La avena por si misma aporta nutrientes esenciales como vitaminas del grupo B, hierro, magnesio, y zinc, que contribuyen al correcto funcionamiento del sistema nervioso, cognitivo, e inmunológico, entre muchos otros. Combinar la avena con fruta es una excelente opción, pero no la única. Alimentos como el té verde, las verduras, o los frutos secos también son una alternativa estupenda para combinarlos con avena, y te ayudarán a completar el aporte de minerales y vitaminas que tu organismo necesita.
- Llévala siempre contigo. Tanto para el trabajo como para un día de playa o excursión, el agua de avena es una opción refrescante que puedes llevar siempre contigo. Una receta sencilla cada vez más popular. Para prepararla, coge una taza de avena y bátela bien con un vaso de agua para obtener una textura homogénea, añadiendo posteriormente algún condimento opcional, como una ramita de canela o jengibre al gusto, y la cantidad de agua que desees llevarte. Acuérdate de refrigerarla para consumirla bien fría allá donde vayas.
- ¡Improvisa! En época de verano, cuando el calor aprieta, la avena puede ser un ingrediente clave en recetas improvisadas, frescas y rápidas. Una opción fácil y sugerente para el desayuno es el overnight oats, cuyo nombre se debe a que la avena tiene que dejarse en remojo por la noche para que, poco a poco, absorba el líquido que la cubre (frecuentemente leche). Para hacerlo, combina en un recipiente los copos de avena con leche o yogur y los toppings que prefieras: semillas (como de chía o lino), miel, fruta, y frutos secos, entre otros; asegúrate que queden bien mezclados y refrigéralo durante un mínimo de 5 horas. Tendrás como resultado un desayuno enérgico y saludable para el día siguiente.