Músculos, huesos y articulaciones se resienten debido a la disminución de los niveles hormonales
En este sentido, un suelo pélvico dañado o debilitado podría provocar pérdidas de orina, prolapso genital, dolores y disfunción sexual. No obstante, como cualquier músculo, puede trabajarse para que esté más fuerte y tonificado para recibir el impacto de nuestro día a día y hacer frente a la disminución de los niveles hormonales.
Para trabajar la zona, podemos encontrar distintos productos que nos pueden ayudar y facilitar el ejercicio. Si ya lo tenemos dañado, desde Femintimate nos recomiendan iniciar la recuperación conPelvix. Se trata de una terapia natural basada en la realización de ejercicios de los músculos del suelo pélvico mediante el aumento gradual de pesos. A través de este dispositivo, el estímulo se consigue naturalmente, provocando un acto reflejo de la pelvis para contrarrestar la acción de la gravedad.
Al comienzo, debido al salto de peso, este ejercicio se debe hacer de forma suave, sin que llegue a doler, para luego ir subiendo la intensidad. Además, este ejercicio puede hacerse mientras hacemos tareas cotidianas tumbadas, sentadas o de pie.
Otras claves para mantener un suelo pélvico sano pasan por mantener siempre una buena postura corporal, evitar el levantamiento de cargas excesivas, tener hábitos miccionales adecuados, evitar el estreñimiento, cuidar la higiene íntima y acudir a las revisiones ginecológicas de forma periódica.
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