Cuidar la piel… más allá de la cosmética

Si en algo están de acuerdo todos los dermatólogos es en el daño que los rayos solares provocan en la piel, especialmente si ésta no está protegida…

Y es que, en el afán por mantener una piel joven y saludable, recurrimos a numerosos cosméticos que nos ayuden en esta tarea, pero esto solo no basta.

Por eso, desde Estetic.es os damos algunos consejos fundamentales para que la piel esté sana y, como consecuencia, luzca más joven.

1. PROTECTOR SOLAR

Como hemos dicho, es clave mantener la piel protegida de los rayos solares… ¡todo el año! Si bien es cierto, que en primavera y verano, con nuestro empeño en ponernos morenos, estamos más expuestos a estos daños solares, hay que utilizar un protector solar cada día.

No obstante, en verano es recomendable evitar la exposición al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde; y utilizar un protector con SPF30 o más y aplicarlo, generosamente, al menos 20 minutos antes de salir de casa y reponerlo cada dos horas.

2. NO FUMAR

El tabaco envejece. Según un estudio de la Universidad de Michigan, las personas que fuman sufren un envejecimiento prematuro de la piel.

Se reduce la elasticidad de la piel y se promueve la ruptura de colágeno y se reduce la cantidad que se produce. Además, el tabaquismo hace que los pequeños vasos sanguíneos de la piel se contraigan, lo que reduce la cantidad de oxígeno y nutrientes que reciben las células de la piel, por lo que también se reduce la elasticidad y acelera el envejecimiento.

Por otro lado, los gestos que se hacen con la boca al fumar, también promueven la aparición de las arrugas en la zona de la comisura de los labios.

3. LIMPIAR LA PIEL CON REGULARIDAD Y APLICAR CREMA HIDRATANTE

Limpiarse el rostro de maquillaje antes de irse a dormir es imprescindible para eliminar restos de suciedad y bacterias; pero hay que hacerlo con los productos adecuados y con suavidad.

Los expertos recomiendan agua tibia, evitar productos irritantes y tener precaución en la zona del contorno de los ojos, donde la piel es más delicada.

A continuación, otro paso clave es la hidratación, para proteger la piel de la rutina diaria, así como ayudar a mantenerla en sus niveles óptimos de humedad.

4. DORMIR

Dormir bien, no hace falta que sean muchas horas, sino que el sueño sea, realmente, reparador y profundo. Cuando descansamos la piel lo nota, especialmente evitaremos que el rostro esté apagado y que aparezcan las ojeras y bolsas en los ojos.


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