"El uso de una formulación tópica con vitamina C invierte el fotoenvejecimiento, iguala la pigmentación de la piel y reduce las líneas finas estimulando la producción de colágeno"
No obstante, ahora los dermatólogos le otorgan un nuevo uso: maximizar la acción de los protectores solares. Y es que, el daño solar y otros factores como la contaminación y el humo del tabaco causan la liberación de radicales libres, lo que a su vez conlleva al envejecimiento prematuro.
Po eso, aunque nos apliquemos correctamente el protector, es decir, todos los días cada dos horas, si además lo juntamos con la vitamina C, conseguiremos incrementar su efecto.
“La vitamina C no funciona como una barrera para los rayos UV, pero contribuye a disminuir el daño que ocasionan los radicales libres al colágeno y ayuda en el proceso de reparación de la piel por factores ligados a la oxidación de las células”, explica la dermatóloga estadounidense Patricia Wexler
Por otra parte, el uso de una formulación tópica con vitamina C invierte el fotoenvejecimiento, iguala la pigmentación de la piel y reduce las líneas finas estimulando la producción de colágeno.
Para ello, esta especialista recomienda la utilización de sueros formulados a partir de la vitamina y un SPF que se sumará a la de tu solar habitual. Otra opción puede ser agregar un complemento nutricional de vitamina C a tu dieta diaria, al menos durante los meses que se avecinan...
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