Ahora puedes corregir tu pecho caído con cirugía mínimamente invasiva

La tecnología Bodytite está indicada para corregir la flacidez en las mamas que tengan un tamaño normal, cuya piel sea suficientemente saludable y no estén excesivamente descendidas.

Se pueden elevar las mamas mediante una nueva tecnología mínimamente invasiva
Se pueden elevar las mamas mediante una nueva tecnología mínimamente invasiva
Estetic
1 febrero 2019 | 12:00 h

La flacidez puede afectar a cualquier mujer, y aunque suele ser más frecuente a edades más maduras, debido al paso del tiempo, también es común que pacientes jóvenes sufran un descolgamiento muy severo, provocado por trastornos hormonales, pérdida de peso, el embarazo o la lactancia. Por esta razón, la elevación de pecho es una de las intervenciones más realizadas en cirugía estética.

En este sentido, según explica el doctor Federico Pérez de la Romana, director médico del Instituto Pérez de la Romana, hasta ahora las intervenciones para corregir el pecho caído se realizaban de dos maneras.

Una de ellas consiste solamente en la elevación de las glándulas mamarias, en aquellos casos en los que estas sean lo suficientemente voluminosas, para poder dejar una buena forma. Por otro lado, en mamas de menor volumen, se realiza primero la elevación de la glándula, para después colocar una prótesis y completar su volumen.

La tecnología Bodytite está indicada para corregir la flacidez en las mamas que tengan un tamaño normal, cuya piel sea suficientemente saludable y no estén excesivamente descendidas

Sin embargo, en la actualidad hay una gran novedad, puesto que en determinados casos, también se pueden elevar las mamas mediante una nueva tecnología mínimamente invasiva denominada Bodytite, indicada para corregir la flacidez en las mamas que tengan un tamaño normal, cuya piel sea suficientemente saludable y no estén excesivamente descendidas. Su aplicación se realiza mediante la introducción de una pequeña cánula, que aplica radiofrecuencia bipolar y que consigue retraer los tejidos cutáneos y subcutáneos. De esta forma se levanta y reafirma la mama, incluso varios centímetros, sin dejar ningún tipo de cicatriz.

La cánula se inserta para llegar a los tejidos subyacentes de la mama, a través del pliegue del pecho y alrededor de la areola, y se mueve a través del seno, a la vez que un pequeño electrodo traza la misma trayectoria sobre la superficie de la piel, concentrando la energía de la radiofrecuencia entre las dos partes del dispositivo. De esta manera la piel se contrae, a la vez que se licua la grasa y se fomenta, además, la formación de colágeno.

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