La exposición solar pone a prueba la salud de nuestra piel y el rostro es una de las zonas más castigadas. Tras el verano, conviene dedicarle un cuidado especial.
Y es que, tal y como indica la doctora Valeria Cogorno, especialista en medicina estética facial avanzada de Clínica Planas, ''la exposición de la piel al sol hace que se acumulen radiaciones en nuestras células, trayendo como consecuencia la aparición de manchas, elastosis cutánea, arrugas, flacidez y un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de piel''.
Añade, además, que ''la exposición al calor durante mucho tiempo deshidrata nuestro organismo y resulta muy difícil hidratarla a niveles óptimos solo con cremas, ya que la piel es un órgano impermeable y las cremas, a pesar de que sea necesario usarlas cotidianamente, tienen un poder hidratante a medio o largo plazo, y eso siempre y cuando se utilice la adecuada para cada tipo de piel''.
La exposición solar pone a prueba la salud de nuestra piel y el rostro es una de las zonas más castigadas
Por todo ello, para aportar al rostro de manera eficaz la hidratación que requiere, así como contribuir a la regeneración de la piel dañada, se recomiendan algunos consejos tratamientos.
1. Hidratar en profundidad con una hidroregeneración facial. Este tratamiento mima a la piel, a través de la combinación óptima de varios tipos de ácido hialurónico más un complejo amplio de vitaminas y oligoelementos. Con todos estos activos, se hidrata la piel en profundidad y se proporciona luminosidad y vitalidad, sin modificar la estructura tridimensional de la cara. La doctora Cogorno añade que este tipo de tratamiento de hidratación profunda hace que, posteriormente, el uso las cremas hidratantes habituales, tengan mayor efecto. El número de sesiones se indicará con un diagnóstico personalizado, dependiendo del daño solar que presente la piel.
2. Activar la proteína p50 con peelings químicos. Afirma la doctora Cogorno que ''está científicamente comprobado que la realización de peelings químicos previene la aparición del cáncer de piel'''. Esto es así porque se activa la proteína p50 que es un ''vigilante'' inmunológico que destruye las células pre-cancerígenas y cancerígenas. Además, el peeling ayuda a minimizar manchas y capas bacterianas de la piel para controlar el acné, que en ocasiones se hace más evidente en verano. Incluso, dependiendo del peeling aplicado, se pueden paliar arrugas finas y cerrar poros abiertos.
3. Regenerar la piel con PRP (Plasma rico en plaquetas). Tal como señala la doctora Cogorno, ''es un tratamiento fantástico para la regeneración de la piel''. Se realiza extrayendo sangre del paciente, procesándola con un protocolo exhaustivo, para extraer finalmente la parte del suero donde se encuentran las plaquetas, a las que se añade el agente que hace que la plaqueta degranule y libere los factores de crecimiento. Con estos precursores de la regeneración, se regeneran todas las células necesarias de la dermis que se encargan de mantener la salud de la piel.
4. Eliminar arrugas con toxina botulínica (bótox). La exposición al sol provoca que los músculos faciales se contraigan más, para proteger a los ojos del los rayos solares, y ello promueve la aparición de arrugas de expresión, que pueden tratarse con bótox. De esta manera, se evita que las arrugas dinámicas se hagan más profundas y se evidencien en reposo. Conviene señalar que el tratamiento con bótox proporciona resultados naturales y es unos de los tratamientos más demandados en medicina estética como prevención y tratamiento del envejecimiento facial. Por último, la doctora Cogorno sostiene que es fundamental hacer un diagnóstico de la piel para indicar las cremas adecuadas para cada paciente.