''Facial overfilled syndrome'', ¿de qué trata y por qué es tan común?

Es una distorsión que afecta principalmente a la parte media del rostro (la zona en la que más tratamientos de relleno en tejido blando se realizan).

Rostro mujer (Foto. Freepik)
Rostro mujer (Foto. Freepik)
Estetic
20 enero 2021 | 22:00 h
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El Facial Overfilled Syndrome (FOS) es una distorsión que afecta principalmente a la parte media del rostro (la zona en la que más tratamientos de relleno en tejido blando se realizan). Hace que el volumen de la cara se vea desproporcionado y nada natural y suele dejar un impacto psicológico negativo en el paciente.

Según Centro Médico Lajo Plaza, la adicción, la sobredosis y el mal uso de los materiales relleno hace de este síndrome un problema cada vez más común. La buena noticia es que es fácilmente evitable -y tiene solución-.

¿Cuáles son las causas que lo provocan? Por un lado, una mala evaluación inicial del rostro, su estructura ósea y sus volúmenes naturales; la mala elección del material de relleno, su densidad o reticulación; una colocación incorrecta del producto en las almohadillas de grasa superficiales y en las zonas infraorbitales medias o la inserción de volumen profundo en áreas con una mala posición de los tejidos blandos; y la inyección de una cantidad de producto excesiva.

También, una colocación demasiado superficial del relleno que puede provocar el desarrollo de nódulos no inflamatorios; la infiltración repetida de rellenos en el mismo compartimiento de tejido durante múltiples sesiones de tratamiento; y la incompatibilidad entre distintos tipos de productos que se hayan podido inyectar.

Es una distorsión que afecta principalmente a la parte media del rostro (la zona en la que más tratamientos de relleno en tejido blando se realizan)

¿Por qué se produce? Hay que tener en cuenta que en los últimos 10 años, al ser relativamente baratas y de resultados inmediatos, las inyecciones de relleno de ácido hialurónico se han convertido en el tratamiento más popular para el rejuvenecimiento facial. Pero junto a este aumento en la demanda se ha observado también un aumento en la incidencia de las complicaciones derivadas de esta técnica. Aunque hay casos de pacientes que reclaman volúmenes cada vez más exagerados, es la mala praxis de algunos especialistas no cualificados, la que hace crecer los casos de este síndrome.

¿Cómo se evita? Lo más importante es entender cómo los cinco tejidos clave del rostro (piel, grasa, complejo de anclaje, músculos y huesos) contribuyen por igual en el proceso del envejecimiento. Por eso es fundamental abordarlo en estas cinco capas, combinando diferentes técnicas. Los enfoques de tratamiento combinado son una auténtica necesidad.

Sin embargo, en el caso de los rellenos dérmicos, hay técnicas de aplicación que evitan riesgos. El relleno dinámico -inyectar pequeñas cantidades de relleno y pedir al paciente que sonría repetidamente durante el procedimiento- es una de las vías más efectivas para evitar complicaciones.

Algunos casos de FOS pueden ser revertidos, pero solo están capacitados para hacerlo los médicos estéticos más experimentados.

Los nódulos que se producen debido a los rellenos de AH pueden tratarse con hialuronidasa. Se trata de una enzima capaz de descomponer los rellenos de ácido hialurónico. Esta debe inyectarse en la zona donde esté el ácido hialurónico a degradar y la aguja debe penetrar en la cápsula que rodea la masa de relleno.

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